Nadal, por el camino más duro

Rafael Nadal descansa ante su tío Toni durante un entrenamiento en Roland Garros.

Rafael Nadal descansa ante su tío Toni durante un entrenamiento en Roland Garros. / periodico

JAUME PUJOL-GALCERAN

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N o será en cuartos de final como el año pasado. Esta vez el choque de trenes en Roland Garros está previsto para el viernes 3 de junio, cuando Novak Djokovic Rafael Nadal se enfrenten en las semifinales si ambos han superado las cinco rondas anteriores que deberán jugar a partir de este domingo. Los dos son los favoritos para saltar ese día a la central Philippe Chatrier. Uno, para ganarse el derecho a repetir la final del año pasado y, esta vez, conquistar el único Grand Slam que falta en su palmarés. El otro, para acabar con la racha de derrotas contra el actual número 1 mundial y dar el penúltimo paso para morder otra vez [su décima] la Copa de los Campeones.

La retirada de <strong>Roger Federer </strong>del torneo permitía a Nadal entrar en el cuadro del sorteo como cuarto cabeza de serie y evitar la colisión con Djokovic hasta la misma final. Una posibilidad que también tranquilizaba seguramente a Djokovic. El ordenador con el que se hizo el sorteo electrónico los colocó a ambos en la misma zona del cuadro, por la parte alta, mientras en la baja iban a parar los nombres de Andy Murray y del vigente campeón, Stan Wawrinka.

«BALONES MEDICINALES»

No hubo bolitas calientes y frías en el sorteo, pero en las pistas parece que sí van a tener mucha importancia las bolas con las que este año se jugará. Como desde hace bastantes, son amarillas y llevan impreso el nombre de Roland Garros, pero no son iguales. Los que las han probado aseguran que pueden decantar los partidos y favorecer a los jugadores que tengan más potencia en su juego. «Parecen balones medicinales», bromeaba Sergi Bruguera, bicampeón en París, que lleva ya una semana entrenando con Richard Gasquet en las instalaciones del torneo. «Con estas bolas, el que tenga más potencia tendrá más opciones. La bola vuela menos y a los pegadores les dará más margen de error», asegura el extenista catalán. «Pesan más, no botan demasiado y cuesta manejarla si no tienes fuerza», asegura tembién Xavi Budó, entrenador de Carla Suárez.

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Para Nadal, el tema de la potencia no será un problema, pero sí que no bote como le gusta al mallorquín y que cueste más darle efecto. «Me extraña que Babolat no haya hecho unas bolas que vayan bien a su jugador, que es Nadal», decía Bruguera. Nadal necesita para su juego una bola viva, que salte y haga saltar a los rivales para devolverla. A los sacadores, las características de la bola les ayudarán.

Nadal ha estado entrenando con esas bolas en Manacor esta semana antes de aterrizar en París. El nueve veces campeón del torneo se muestra confiado para afrontar el torneo. «He hecho las cosas bien y llego con los deberes hechos, cosa que no hice el año pasado. Entonces perdía partidos contra gente que no tenía que perderlos, este año no», dijo, y recordó que sus dos únicas derrotas en tierra este año han sido ante Murray, en las semifinales de Madrid, y ante Djokovic, en cuartos de final de Roma.

NI SIN FEDERER

El tenista mallorquín admitió que el sorteo no le había favorecido, a pesar de la baja de Federer. «Nunca sabes si tienes suerte o no. Estando el cinco igual habría tenido mejor cuadro que de cuatro –el cinco Nishikori va por la zona baja–, pero evidentemente no es un buen sorteo, es muy complicado», dijo Nadal que debutará ante el australiano Sam Groth. «Un rival incómodo al que será complicado arrebatarle su potente saque. Deberé estar preparado para sufrir y muy concentrado», explico el mallorquín, que en su camino hasta semifinales (el día de su 30º aniversario) le pueden esperar en el camino como rivales el italiano Fabio Fognini, después el austriaco Dominike Thiem, promesa en alza del circuito y, en cuartos, el francés Jo-Wilfried Tsonga.

Djokovic, mientras, debutará con el tenista de Taipei Yen Hsun Lu, después un jugador de la fase previa y en tercera ronda posiblemente el argentino Federico Delbonis. En octavos, Roberto Bautista podría ser su rival y en cuartos el checo Tomas Berdych o David Ferrer. Un camino menos complicado aparentemente para el número 1 mundial.