EL BUEN MOMENTO BLANQUIAZUL

La brillante mutación del Espanyol

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Raúl Paniagua

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Han pasado solo dos meses desde el comienzo de Liga, apenas ocho partidos, pero es evidente que algo ha cambiado en el Espanyol. Algo no, más bien mucho. El equipo perico que el curso pasado empezó con penurias y arrastró una inercia negativa durante todo el campeonato ha dado un giro radical. El primer artífice se encuentra en el banquillo. Joan Francesc Ferrer 'Rubi' ha cumplido su promesa. Con menos filosofía y rodeos que su antecesor, el técnico catalán ha cambiado la cara de un bloque que ha devuelto la ilusión a todos los pericos.

El Espanyol sonríe en la zona alta del campeonato. Ocupa la quinta plaza con 14 puntos, el tercer mejor inicio del siglo, pero más allá de los números existe una sensación de que se están haciendo las cosas con cordura y conocimiento. El despido de Quique Sánchez Flores el pasado abrilQuique Sánchez Flores ya dio paso a aire fresco con la llegada de David Gallego, que protagonizó un notable final de Liga. Quedaba la complicada tarea de elegir al nuevo entrenador y Òscar Perarnau, el director general deportivo, acertó en su apuesta.

Larga travesía

Después de pasar por una docena de clubs desde su inicio en los banquillos en el 2001, a Rubi le llegaba el momento que siempre había esperado. No le importó antes sacrificarse en destinos complejos como Ibiza Benidorm. En Segunda, ya demostró su capacidad en Girona (2012-13), igual que en Valladolid (2014-15).

Luego vendrían experiencias incompletas en Primera con el Levante y el Sporting. El fantástico ascenso del Huesca le facilitó el regreso al Espanyol, una década después de ser despedido al frente del filial. Su sustituto en el club aragonés, Leo Franco, ya está en la calle.

Promesa cumplida

Rubi vive su primera experiencia en la máxima categoría con un proyecto liderado desde el comienzo, implantando unas ideas que quedaron bien definidas en su presentación en Cornellà del pasado 4 de junio. "Nos dejaremos el alma por un Espanyol valiente y divertido". No mintió Rubi. Cuatro meses después, esa aspiración es una realidad.

"Lo que más me llena es que la gente está con nosotros y se divierte. Nos toca disfrutar, esto no durará todo el año", asegura Rubi

Basta con ver, por ejemplo, los encuentros ante el Valencia y el Villarreal. El cuadro perico es el mejor de la Liga en casa, con 12 puntos de 12 posibles, por delante del Madrid y el Atlético (10). En el último pulso ante el 'submarino amarillo' el estadio acogió a 20.032 espectadores. En la temporada pasada, con una media de 17.618 personas, se registró el récord negativo de Cornellà. Con buen juego y unos horarios decentes es posible superar más a menudo esa frontera de los 20.000 que solo se rebasó en dos ocasiones en la anterior Liga.

"Lo que más me llena es que la gente está con nosotros y se divierte. Estamos entre los primeros y nos toca disfrutar porque esto no durará todo el año y nos tocará sufrir", asegura el técnico blanquiazul en un discurso con una mezcla de satisfacción y contención.

Cambio de mentalidad

Los jugadores han captado su mensaje. El equipo ha dejado de pensar solo en la retaguardia y buscar el contragolpe para asumir responsabilidades con el balón. El Espanyol es el tercer conjunto que más remata (96), por detrás del Madrid (102) y Barça (115), y el segundo que más tira a puerta (55, una media de 6,8 por partido), solo superado por el cuadro azulgrana (63).

Son datos que demuestran la voracidad del nuevo Espanyol, en el que todos los jugadores se sienten importantes. El 70% de la plantilla fue titular en la semana con tres partidos. "Hemos empezado muy bien, pero queremos seguir creciendo, que no sea solo un gran inicio, sino una gran temporada", cuenta Marc Roca, quizá la figura que mejor ejemplifica la mutación del equipo. Ha pasado de olvidado a pieza clave. "Rubi es un entrenador muy ambicioso, con una idea de juego muy clara. Le gusta tener el balón, ser protagonista y eso nos gusta tanto a nosotros como a la afición",  añade el mediocentro.

Oportunidades para todos

La revolución ha llegado con una plantilla casi idéntica a la del año pasado. Incluso peor si se tiene en cuenta la marcha de Gerard Moreno y Aarón. Borja Iglesias, el fichaje más caro de la historia (10 millones), y la compra de Darder (se pagaron cuatro millones al Lyón este verano y se abonarán cuatro más el siguiente) fueron los únicos gastos de un club acuciado por las limitaciones del gobierno chino. El Espanyol es la única entidad de toda la Liga que ha visto rebajado su tope salarial, que le sitúa el 10º del campeonato en el límite de dinero destinado a pagos de la plantilla y cuerpo técnico.

"Soy el primer sorprendido por el momento del Espanyol. Se fue nuestro máximo goleador y quien vino no había ni jugado en Primera. Están destacando futbolistas suplentes con Quique. Tiene mucho mérito Rubi", reflexiona el expresidente Joan Collet. En esa categoría sobresalen Dídac Vilà y Mario Hermoso, que han disputado todos los minutos de la competición (755). El Madrid ya piensa en el central zurdo, que solo le costaría 7,5 millones. Para el resto de clubs la cláusula es de 40.

Entradas agotadas

El único punto mejorable en el buen momento perico se encuentra fuera de casa. Con 2 puntos de 12 posibles el equipo necesita trasladar su buena imagen de Cornellà a los encuentros como visitante.

La próxima visita a Huesca se atisba como una ocasión ideal para inaugurar el cómputo de triunfos lejos del RCDE Stadium. Rubi conoce a la perfección a los aragoneses, que estrenarán nuevo técnico (Francisco Rodríguez). La afición perica agotó en apenas unas horas el cupo de entradas para ver su equipo en El Alcoraz, una muestra más del efecto ilusionante del Espanyol de Rubi.

Quique Sánchez Flores continúa sin equipo

Seis meses después del adiós de<strong> Quique Sánchez Flores, </strong>el Espanyol vive mucho mejor. La tarde del pasado 20 de abril se precipitaron los acontecimientos con el fulminante despido del técnico madrileño y del director deportivo<strong> Jordi Lardín</strong>. Una semana antes, después de caer en Getafe, el preparador dijo su frase más recordada. "A veces llegan nuestras limitaciones, nos vemos en el espejo y nos damos cuenta de que igual no damos para más". El ambiente era irrespirable y la directiva optó por finalizar su etapa. Medio año después, Quique sigue sin equipo. El Espanyol es feliz con la misma plantilla que despreció y la selección española, para la que sonó como sustituto de <strong>Lopetegui</strong>, también brilla con <strong>Luis Enrique</strong>. Durante el verano se le relacionó con la selección de México y de Corea del Sur. "Es importante empezar bien. En los dos últimos años no lo conseguimos. Estos chicos necesitaban sentirse optimistas porque es un grupo emocionalmente muy sensible", soltó Quique esta misma semana.