Mourinho, un poco menos desastre a costa de Guardiola

José Mourinho era quien menos podía permitirse una nueva piedra en el camino. Aún con Pep Guardiola sumando por primera vez en su carrera seis partidos sin ganar, el verdaderamente presionado era el luso, que empezó la tarde con la obligación de pedir perdón. Lo hizo por escrito, en la carta que escribe a los aficionados: "Como líder de esta plantilla, debo deciros que lo siento", refiriéndose a la humillante derrota en Stamford Bridge del pasado domingo (4-0). Mou alineó a los titulares, jugó sus mejores cartas y ganó por la mínima a un City menos habitual en su segundo asalto contra Guardiola en Inglaterra, dejando a los celestes fuera de la Copa de la Liga.

Mou aguardó a Pep en el área técnica de Old Trafford mientras este se aproximaba y le extendía la mano. No se lo esperaba que buscara su complicidad susurrándole al oído. Mou le dirigió unas palabras y encontró una carcajada sincera del técnico del City. Los dos personajes, tan lejanos, compartieron un instante de proximidad antes del silbato inicial.

TAN CERCA Y TAN LEJOS

A Pep y José les cubren las mismas nubes. Más cuando los resultados no son excelentes. No se han visto, uno no sabe dónde vive el otro, pero sus viviendas apenas están a cinco minutos de paseo. El catalán está disfrutando Manchester, como ha repetido en más de una ocasión, y el portugués está sufriendo en el Hotel Lowry, rodeado de fotógrafos y alejado de su familia. Quizá de esta inseguridad, también de un calendario más respetuoso, surgiera la necesidad del luso de aferrarse a sus hombres de confianza.

No rotó Mourinho pese a jugarse la competición menos importante de la temporada. Pogba, Ibra, De Gea y los demás titulares estuvieron en el once. En cambio, como ya avisara en la previa, Guardiola utilizó a Kelechi, Fernando, Navas, Maffeo y Aleix García. Este último, el centrocampista de Ulldecona, fue el mejor de los 'citizens' y jugó con una tranquilidad insólita en un futbolista que apenas suma cuatro partidos como profesional. La suya fue la única clarividencia de un partido plagado de errores e imprecisiones. Ibra, Kompany, Pogba y Fernando, entre otros, estuvieron dramáticamente poco acertados con el balón en los pies.

REACCIÓN 'RED'

Al comienzo de la segunda mitad, el United acentuó su dominio físico y subió un peldaño el ímpetu. Pogba remató al poste un balón que ligeramente desvió Caballero. Zlatan se llevó a Otamendi con el cuerpo, asistió atrás y Juan Mata, que apenas había aparecido, remató por bajo con su pierna izquierda consiguiendo el único gol del encuentro. Old Trafford enloqueció mientras los aficionados cantaban "The city is ours" (La ciudad es nuestra).

Guardiola se fue con la certeza de que tiene más futbolistas preparados para competir al primer nivel y el deseo de que acabe este octubre negro cuanto antes. Mourinho, esta vez, se marchó con la victoria y la sensación de sentirse menos desastre, ni que sea por un día, a costa de Guardiola.

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