OLIMPISMO

Mireia Belmonte abre la cosecha de medallas

La nadadora badalonesa remonta en unos agónicos 50 últimos metros y se cuelga el bronce tras una electrizante final de 400 estilos que ganó la húngara Hosszu con récord del mundo

Belmonte, en el podio del 400 estilos, junto a la ganadora Hosszu y la segunda, Dirado

Belmonte, en el podio del 400 estilos, junto a la ganadora Hosszu y la segunda, Dirado / periodico

LUIS MENDIOLA / RIO DE JANEIRO (enviado especial)

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Mireia Belmonte volvió a hacerlo. Por carácter, por ambición, por talento. La nadadora badalonesa es de las que nunca falla. En su primera prueba en los Juegos de Río, de las seis que en principio tiene programadas, se metió con solvencia en la final de los 400 estilos por la mañana y subió al podio por la noche, después de un espectacular pulso con la británica Hannah Miley por la tercera plaza que se resolvió en unos electrizantes últimos metros, en los que la campeona badalonesa consiguió superarla.

Fue un bronce con un sabor muy dulce por el empeño y la determinación que puso la campeona española. Igual que sucedió en Londres, Belmonte se encargó de disparar la ilusión y estrenar el medallero para el equipo español. "Ojalá que esto haya abierto la puerta a las demás medallas", comentó. 

Vacía después de entregar hasta la última gota de energía en los últimos 100 metros del estilo libre, Belmonte reconoció que lo pasó mal en el agua. "Ha sido un final agónico, he intentado darlo todo en esa parte final", admitió Belmonte nada más salir del agua. "Lo he visto muy complicado en el primer cincuenta del crol, pero nunca he dejado de luchar. En ese momento he decidido no respirar, darlo todo y, al final, he dado una manotazo al llegar para superar a la inglesa", reconoció la nadadora catalana, que completó los últimos 50 metros en 29.82 segundos y la final en 4.32.39 minutos, a un segundo del récord de España y lejos de la húngara Katinka Hosszu, la 'dama de hierro' de la natación, que pulverizó el récord del mundo y lo dejó en 4.26.36. Segunda fue la nueva perla estadounidense Maya Dirado (4.31.15). 

Para Belmonte es la tercera medalla olímpica de su palmarés después de las dos platas de Londres-2012 en los 200 mariposa y en los 800 libre.

MALAS SENSACIONES

La doble subcampeona olímpica en Londres admitió que no tuvo "buenas sensaciones" desde el momento en el que se lanzó al agua y eso le costó verse alejada de la cabeza desde los primeros instantes de la cabeza de la prueba que Hosszu hizo suya con una autoridad incontestable, nadando en algunos momentos hasta cinco segundos por debajo del récord del mundo de la china Ye Shiwen (4.28.43 desde Londres-2012), aunque el final el zarpazo fue inferior: dos segundos menos.

Con Hosszu, que nadaba a su lado, en la calle cinco, fuera ya del radar, a Mireia le costó también encontrar referencias y necesitó hacer un enorme esfuerzo para recuperar la desventaja acumulada en la primera parte de la prueba, cerca de dos segundos sobre la vencedora y uno sobre Dirado.

La nadadora badalonesa pasó en tercer lugar después del 100 de mariposa, cayó en los 100 de la espalda hasta la cuarta plaza, intentó agarrarse con todas sus fuerzas en el tramo de la braza y dio todo lo que podía en las dos últimas vueltas. "He luchado hasta que  no podía más. No notaba más fuerzas en mi cuerpo", indicó Belmonte, antes de acudir a la entrega de medallas y abandonar rápidamente el Estadio Acuático de Río ya que este domingo seguirá su particular maratón con los 400 libre, una prueba en la que tendrá mucho más complicado meterse en la final.

Belmonte, que en la previa de los Juegos consideró que sus mejores opciones estarían en el 200 mariposa y el 800 libres, subrayó que nunca descarta nada. "Hablé de las otras dos porque son en las que conseguí medalla en Londres, pero nunca hay que tener preferencias en las pruebas. Hay que luchar todas por igual".

RÉCORD DEL MUNDO DE AUSTRALIA

El equipo australiano femenino de relevos se sumó a la fiesta de la primera jornada y estableció un nuevo récord del mundo en el 4x100 libre con un tiempo de 3.30.65, por delante de EEUU y Canadá. El cuarteto australiano, integrado por Emma Mckeon, Brittany Elmslie, Bronte Campbell y Cate Campbell, rebajó en 33 centésimasla anterior marca que poseía también Australia desde el 2014.y aventajó en 1.24 segundos al equipo estadounidense, que se colgó la plata a pesar de contar con una de las presumible estrellas de estos Juegos, Katie Ledecky como última relevista.

Kosuke Hagino se llevó el título olímpico en la final de los  400 estilos que abrió el medallero de la natación, en la otra final que acogió a un nadador español: Joan Lluis Pons, de 19 años, que hizo historia en las series, clasificándose para la final de su prueba en su primera aparición en unos Juegos, además de establecer un nuevo récord de España (413.55, rebajando su marca en casi dos segundos (4.15.49 ). El escenario acabó pasándole factura al nadador mallorquín, que estuvo muy lejos de ese tiempo en la final (4.16.58), descolgado rápidamente desde los primeros metros e incapaz de engancharse a una carrera que se convirtió en un apasionante duelo entre Hagino y el estadounidense Chase Kalisz, resuelto en los últimos metros del crol.

DURÁN, DESCALIFICACIÓN DE IDA Y VUELTA

La jornada contó con la presencia del extremeño Miguel Durán, que vivió una de las naécdotas de la jornada. En la salida de la cuarta serie en los 400 libres perdió el equilibrio y cayó al agua. Llorando, por un debut amargo en los juegos, recogía su ropa y se fue a los vestuarios entre una atronadora ovación del público brasileño. Pero los jueces entendieron que el ruido del público pudo afectarle y le permitieron volver a competir en la calle siete, aunque no logró su clasificación. En la final, el australiano Mark Horton se llevó un fabuloso pulso con el defensor del título, el chino Sun Yang, con el que mantiene una rivalidad más allá de lo deportivo  al que relegó a la segunda plaza.

La jornada contó con otros españoles como la barcelonesa Judit Ignacio, que tomó contactó con la competición en el 100 mariposa (59.61), donde cogió sensaciones para su prueba que es el 200, donde debe pelear por un puesto en la final. Otra discípula de VergnouxMaria Vilas, acabó lejos de su mejor marca en su debut olímpico en los 400 estilos (4.42.52), y que tiene puesta su mente en el 800 libre del jueves.