Zidane, Hierro, Mijatovic, Raúl... El Madrid busca sustituto a Benítez y director deportivo

En el club blanco se culpa a Benítez pero también a varios jugadores de la falta de rendimiento del equipo

Zinedine Zidane, en un entrenamiento del Castilla.

Zinedine Zidane, en un entrenamiento del Castilla. / AFP / PEDRO ARMESTRE

ANTONIO MERINO / MADRID

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A cuatro jornadas de cerrar la primera vuelta, el Madrid es un caos. Lejos de despegar, su frágil estructura vuelve a verse debilitada desde lo más alto de la pirámide. Florentino solo mantiene un hilo de fe en un entrenador al que no quiere nadie, especialmente unos jugadores a los que la entidad y la afición también culpan de la situación. Ya no les libra ni airear el arrepentimiento, tal como hicieron algunos tras la derrota en El Madrigal. Una vez más, los pesos pesados han impuesto su ley hasta exigir a su manera el cambio en el banquillo. A él llegaría Zinedine Zidane, que está preparado para acatar las órdenes de su presidente. También se recuperará la figura del director deportivo.

Los focos ya no miran exclusivamente a Benítez. El ventilador ha comenzado a funcionar. Una vez más, el vestuario del Madrid, ese al que Lorenzo Sanz definió como "ingobernable" en su época de presidente, se ha tragado a otro entrenador. No hay indulto posible para Benítez, con quien ni se trata más de la mitad de una plantilla acostumbrada a dictar sus propias leyes. Hace un par de días, Mourinho apuntaba que se sentía "traicionado" por los jugadores del Chelsea. Lo mismo podría decir Benítez si se atreviera a señalar públicamente a los que tejen los hilos en la llamada cocina blanca en lugar de hacerlo en su círculo cercano.

LOS JEFES DEL CLAN

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Dentro del vestuario se hace lo que dice Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos y algún otro que se ha sumado a la revuelta. James Rodríguez es uno de ellos. El jugador colombiano ha tardado poco en arrimarse a los capos del vestuario. Ha puesto más empeño en eso que en vigilar su forma física, a la que ha sumado algunos kilos de más. Eso también lo sabe Benítez, pero cuando le preguntan por la suplencia de James el técnico se limita a contestar que debe trabajar más "para ver al mejor James".

Donde se le suele ver es en las noches madrileñas, muy acogedoras con todo lo que sean estrellas de gran nivel. Otros jugadores con menos peso dentro del vestuario también se han sumado a la corriente anti-Benítez. Es el caso de Isco o Kroos, este último ha sido suplente en tres encuentros, lo que ha supuesto que de su hierático rostro hayan salido signos muy claros de desencanto, pese a sus grises actuaciones. El último fue irse del banquillo antes de que terminara el encuentro en Vila-Real.

La mezcla de los egos con la púrpura es capaz de llegar a confundir a unos jugadores capaces de recortar su respuesta profesional sin ni siquiera recurrir a la autogestión. Si el viento no corre a su favor, como sucedió con la salida del banquillo de Carlo Ancelotti, las represalias no tardan en aparecer y se desencadena una dura respuesta del grupo en todos los sentidos. Da igual que en esa dinámica destructiva se liquide media liga o al entrenador de turno, que en este caso tampoco ha tenido demasiadas luces para combatir un giro tan brusco en el banquillo. Los jugadores se ven por encima del técnico, del presidente e incluso de una afición, que finalmente está condenada a esperar que jugadores decidan enchufarse. El miércoles se fueron a cenar sin el técnico, algo habitual. En una una aireada y en la que no faltaron las televisiones, la plantilla, consciente de que está señalada, lanzó un mensaje de unidad, así como un cambio de chip para los próximos partidos.  

AIRE VICIADO

Esa falta de entrega de los jugadores también es motivo de especial atención por parte de la directiva blanca. Florentino conoce a la perfección el aire viciado que corre por el vestuario, así como las normas y los desafíos que se tejen en su interior. Eso le costó dejar el club el 27 de febrero del 2006 cuando aseguró que se iba porque había "maleducado a los jugadores".

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Todos los que pasan por el club conocen esa dictadura de los jefes de la plantilla, que llevan adelante su estrategia de la manera más efectiva sin dejar demasiadas huellas. "El Real Madrid es un grupo de estrellas, quizás las mejores del mundo, pero no siempre es un equipo", afirma Arrigo Sacchi, el que fuera director deportivo del club blanco en el 2004. El extécnico asegura que "no se ha metabolizado el cambio de técnico". Sacchi se ha referido a la calidad individual de los jugadores, algo que debe aprovechar "al máximo el entrenador sin afectar al liderazgo de los jugadores"

Mientras, Florentino ha terminado por escuchar los consejos sobre la necesidad de reforzar todo lo que rodea al equipo con un soporte más sólido que el actual. La figura del director deportivo vuelve a planear sobre el Bernabéu. Ese cargo lo sigue desempeñando el presidente del club blanco, mucho antes incluso de que Miguel Pardeza lo pudiera mostrar en su tarjeta de visita. El Larguero de La Ser desveló los nombres de Hierro y Mijatovic. Al central malagueño, que ejerció ese cargo en la Federación Española de Fútbol y que fue ayudante de Ancelotti la pasada temporada, no se le ha pasado por la cabeza aceptar ese puesto. Tampoco parece que el héroe de la séptima pueda entrar en el organigrama del club. El último intento ha sido con Raúl, que ha declinado la oferta. La gran aspiración sería Monchi, atado por el Sevilla.

UN CONSEJO PARA ZIDANE

Lo que sí tiene seguro Florentino es el sí de Zidane para dar el salto del Castilla, donde cumple su segunda temporada, al primer equipo. El exjugador, que fue segundo de Ancelotti, preferiría coger el equipo en junio. Pudo hacerlo tras la salida de Carletto, pero como él mismo reconoce "el club pensó que no era mi momento". Luego aseguró que le falta "algo" para dar el salto, aunque un etrenador nunca está preparado".

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Todo lo contrario piensa Rolland Courbis, el que fuera primer técnico del Zinedine en el Girondis de Burdeos. "Lo mejor que le puede pasar a Zinedine es coger un equipo en mitad de temporada. Será para un largo periodo de tiempo, pero luego tiene seis meses por delante para rectificar o corregir cosas. Esta posibilidad le cae desde el cielo a Zizou, pero Zizou también le cae del cielo al Madrid", afirma Courbios en L' Equipe. Igual todo encaja y el mítico jugador comienza a dar sus primeras ordenes antes de que acabe este año. Eso supondría un nuevo éxito de un vestuario implacable.