Una Copa de despedida

Luis Enrique se marcha "feliz" del Barça con los títulos ganados y no descarta volver algún día

Luis Enrique sale de la sala de prensa de Sant Joan Despí.

Luis Enrique sale de la sala de prensa de Sant Joan Despí. / periodico

JOAN DOMÈNECH / SANT JOAN DESPÍ

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El día antes de despedirse del Barça, Luis Enrique echó la vista atrás. Y lo que ve a su espalda es muy satisfactorio. El entrenador se marcha "feliz" de los tres años que ha cumplido en el primer equipo azulgrana. Feliz por haber dado lo máximo "como profesional", asumiendo los errores "y algún acierto que habré tenido" y deseoso de tomarse una copa de despedida para brindar por el formidable palmarés que deja.

"Si en mi presentación me llegan a decir que íbamos a ganar 8 o 9 títulos lo habría requetefirmado", confesó Luis Enrique en su penúltima rueda de prensa. La última será después de la final. El número que bailaba en las cuentas de Luis Enrique no se debe a la mala memoria que siempre ha esgrimido el técnico, a veces para eludir alguna valoración: el noveno título está en juego esta noche ante el Alavés. Sería la tercera Copa del Rey consecutiva.

"Si en mi presentación me llegan a decir que íbamos a ganar 8 o 9 títulos lo habría requetefirmado"

EXCESO DE TENSIÓN

Una final de la que apenas se ha hablado en el Camp Nou hasta el último día, enredado como está el club con sus cuitas judiciales. Luis Enrique garantiza que el equipo sí que está centrado en ese último objetivo de la temporada y de su ciclo.

El entrenador asturiano admitió que el Barça quizá no esté al mismo nivel de ilusión del Alavés porque el once blanquiazul "se ve en un escenario al que no está acostumbrado, aunque eso provoca un exceso de tensión", pero el deseo de ganar de su equipo será idéntico.

"Ellos podrán tener más ilusión, pero no nos ganan en ambición. No he visto un equipo más ambicioso que este", dijo Luis Enrique de sus propios futbolistas. Y entre ellos, elevó la figura del diez, que también es el número uno: Leo Messi, "el ejemplo de lo que es un gran competidor y un gran líder".

LA OTRA VÍCTIMA DE ANOETA

Con Messi tuvo un enorme desencuentro, en enero del 2015. En Anoeta, apenas un semestre después de tomar las riendas del Barça, cuando le colocó de suplente al regreso de las vacaciones navideñas sin anticipárselo.

Aquella tormenta se llevó otra víctima. Andoni Zubizarreta, el director deportivo fue despedido por Josep Maria Bartomeu. Luis Enrique y Messi ha seguido de la mano hasta el final. La convivencia ha mejorado en el vestuario, reconoció Gerard Piqué.

"Me quedo con todo lo que he vivido", admitió Luis Enrique, reacio a conservar "solo lo bonito, los títulos, que es lo fácil". Sentarse en el banquillo del Camp Nou ha resultado una experiencia impagable. Como entrenador y como persona. "Es difícil llevar un grupo, sea uno de profesionales del fútbol o uno de alumnos del colegio", analizó.

"Es difícil llevar un grupo, sea uno de profesionales del fútbol o uno de alumnos del colegio"

NADA PLANIFICADO

Luis Enrique se va del Barça tan feliz como agotado por el desgaste. Se detectó envejecido, más canoso, igual que algunos periodistas a quienes amenazó con continuar. "Igual a alguno le da un infarto", bromeó. Pero no. Se marcha. Esgrimió motivos muy parecidos a los de Pep Guardiola, que conquistó 14 títulos de 19 posibles entre el 2008 y el 2012. Pero no ha repetido, como él, que nunca volvería a ser entrenador del club azulgrana.

«El Barça es mi casa, soy joven, simpático y agradable..., lo tengo todo. He aprendido que nunca hay que decir nunca jamás», contestó, aunque descartando un hipotético regreso «en los próximos años». De momento, aseguró, no tiene nada planificado, ningún proyecto personal o profesional a la vista.

«¿Volver? El Barça es mi casa, soy joven, simpático y agradable..., lo tengo todo. He aprendido que nunca hay que decir nunca jamás"

PATRONES DE JUEGO

Lo más inmediato es batir al Alavés, el equipo "revelación" de la temporada y el que le dio el primer disgusto cuando amanecía la Liga a principios de septiembre. Ni el 1-2 del Camp Nou ni el 0-6 de Mendizorroza le sirven de referencia más allá de poder anotar los patrones de juego que se repitieron en el juego vitoriano en partidos tan distintos y dispares.

"Me interesa muy poco lo que deje; he intentado dar nuevos registros al juego y que fuéramos imprevisibles para el entrenador rival"

Luis Enrique quiere creer que Pellegrino se agita tratando de adivinar qué Barça encontrará. Un Barça que se ha mantenido fiel al estilo que tenía y que se ha enriquecido con los "nuevos registros" que le ha dado hasta convertirlo en imprevisible. Bastará con que sea el campeón de siempre y brinde otra vez en la copa de despedida.