Como si no bastara con la intimidación terrorista

Uno puede imaginarse el largo suspiro de fastidio de las autoridades policiales de Marsella al conocer que ingleses y rusos medirían sus fuerzas en su ciudad. De nuevo los borrachuzos campando por el puerto. Como en el Mundial-98, cuando se desató un infierno de varios días antes y después de un Inglaterra-Túnez. Y como si no tuvieran suficiente con la intimidación terrorista. Pero una cosa era contar con unos cuantos excesos callejeros y otra rememorar escenas olvidadas del peor hooliganismo. Una vergonzosa vuelta atrás, resumido en un tuit de Gary Lineker. «Una humillación total para el país».

Desde los medios londinenses se trató de compartir las culpas. Hablaron de provocación y agresiones de ultras rusos y marselleses, que santos tampoco son. De incapacidad policial. Del herido grave inglés. Pero citando de nuevo a Lineker, una especie de voz de la conciencia futbolístico-social en Inglaterra, estos pandemonios siempre suceden con fans propios.

Pese al chasco del empate de ayer, Inglaterra cuenta con una selección que parece competitiva. Puede tener recorrido. ¿Por qué hay tantos individuos incapaces de disfrutar de ello sin avergonzar a tantos compatriotas?

"Fuck off Europe, we are voting out", corearon algunos aficionados a colación del Brexit. Esto es, que os den Europa, votaremos por irnos. De acuerdo, tiene el cántico su gracia, pero los violentos iros ya, deben sentir muchos marselleses a la vista de su devastada ciudad.