LA OPINIÓN

Hablaba de los árbitros

JOAN DOMÈNECH

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No habló de los árbitros, pero hablaba de los árbitros, tema tabú en sus intervenciones. En una hábil maniobra discursiva,Guardiolautilizó un par de eufemismos para dejar claro que, además de las razones deportivas que le invitan a sospechar que es imposible revalidar el título de Liga -el Madrid no falla y el Barça ha fallado demasiado-, existen otras que remiten directamente a los arbitrajes. Habló de «sacar un papel» para enumerar los días que a su equipo le faltó suerte, cuando el único que ha sacado un papel ha sidoMourinhopara inventariar errores de un árbitro en contra del Madrid. Y luego, por si la argucia no había surtido efecto, estableció un paralelismo entrePepeyMessi.La comparación imposible, el antagonismo más absoluto entre el que más da y el que más recibe, unidos por el mismo número de tarjetas recibidas. Un disparate revelador. Tanto como la diferencia de 10 a 3 en penaltis a favor.

No fue gratuito el circunloquio deGuardiola. Habló sin hablar de los árbitros un día en el que ganó, como hizo hace tres años en Getafe, y cuando fue clamoroso el doble rasero de los colegiados: la impune violencia que se toleró, de nuevo, al Madrid en Vallecas, y la que se toleró al Atlético contra el Barça. Agravios de una tarde para llegar a una conclusión: «Me temo que será imposible atraparlos»