Gerard Moreno y Pau catapultan al Espanyol

Cinco semanas después del último triunfo, el Espanyol volvió a sonreír. No ganaba desde el 24 de septiembre, en el partido ante el Deportivo (4-1). Ya tocaba otra alegría después de un inicio de temporada marcado por un calendario exigente que había dejado a los pericos algo preocupados. La victoria lograda ante el Betis, firmada con los puntos clásicos del libro de estilo de Quique Sánchez Flores, debe servir para empezar a mirar hacia arriba (1-0). 

El Espanyol se sitúa en la décima plaza de la Liga justo después de 10 encuentros. A solo cuatro puntos de las plazas europeas. No está mal después de haber afrontado cinco salidas complicadísimas como son el Pizjuán, el Camp Nou, Vila-real, el Bernabéu y Anoeta. En casa aún duele la derrota ante el Leganés de la segunda jornada pero el equipo se ha mostrado bastante convincente. Siempre con su estilo, muy diferente, por ejemplo, del que utiliza el Betis. 

Un Espanyol sin banderas

Banderas españolas

En Cornellà se medían dos conjuntos con ideas totalmente opuestas. Un Betis con el sello de Quique Setién, a quien le encanta la posesión, el fútbol combinativo y la construcción aseada, con el balón por bandera para lograr el fin. El técnico perico prefiere la intensidad, el orden y la concentración, con una obsesión clara por cerrar espacios y aprovechar la oportunidad. 

Esas consignas funcionan mejor cuando se cierra la portería con llave, como está haciendo Pau López, decisivo una vez más este lunes. También con un delantero centro incansable y valioso como Gerard Moreno. En ambos se cimentó el triunfo ante los verdiblancos, dos canteranos que catapultaron a un bloque que volvió a sufrir, como está escrito en el ADN perico. En la grada, mientras, no funcionó en exceso la iniciativa de los colectivos contra las banderas políticas. Una treintena de enseñas españolas lucieron en el estadio. 

Paradón y cruceta

Un tremendo disparo desde su propio campo de Mario Hermoso estuvo a punto de convertirse en el gol de la jornada pero Adán lo envió a córner (m. 8). El Betis respondió con un zurdazo de Fabián a la cruceta (m. 16). Respiró ahí el Espanyol, que volvió a acariciar el tanto en un cabezazo de Gerard salvado por el exmeta del Madrid (m. 19).

Ese intercambio inicial de golpes dio paso a una fase más insulsa que llevó hasta el descanso. La segunda parte comenzó con una notable parada de Pau a Barragán (m. 52). En plena igualdad emergieron los dos pericos más productivos en ataque. Piatti puso un balón preciso en el área con su zurda de seda y Gerard definió como los grandes arietes (m. 54). Control perfecto y disparo letal.

Ese gol en fuera de juego televisivo (el punta estaba ligeramente adelantado) bastó al conjunto de Quique para llevarse el triunfo. En la dosis de sufrimiento habitual se agigantó Pau para desviar el disparo de Sergio León (m. 86) y aliviar a la grada. "Sabíamos que ganar era importante para que el grupo siguiera creyendo en lo que se hace, tener confianza y poder mirar hacia arriba", resumió el goleador Gerard.