El Espanyol se lleva un valioso punto de Anoeta

El Espanyol sumó su tercer empate de mérito en esta temporada fuera de casa. Después de lograr las tablas en el Pizjuán y Vila-real, el equipo perico volvió a exhibir su solidez para sobrevivir en Anoeta (1-1), un estadio en el que últimamente no anda muy fina la Real, pero que puede resultar un suplicio para cualquier equipo. El Barça, por ejemplo, no gana en la Liga en San Sebastián desde el 2007. El conjunto vasco tiene un potencial ofensivo temible. 

Diez días llevaba sin competir el Espanyol, desde el viernes 13 de octubre, cuando también cosechó un empate ante el Levante (0-0). Ese resultado dejó un sabor amargo entre los pericos, que merecieron ganar claramente. Nada que ver con las sensaciones después del punto logrado en Anoeta. Aquí el guion se cambió por completo. La Real fue mejor. 

Baptistao, a la primera

El fútbol suele ofrecer siempre oportunidades para reivindicarse y olvidar noches de desgracia. Baptistao lo comprobó este lunes. El jugador brasileño, que abandonó la banda derecha para jugar en punta junto a Gerard, falló dos goles incomprensibles ante el Levante. Dos tantos que jamás puede errar un delantero.

En San Sebastián, en cambio, envió el esférico a la red en su primera intervención gracias a un preciso cabezazo en un centro de Jurado. Quique modificó levemente su 4-2-3-1 de las últimas citas para colocar al andaluz en la posición de interior derecho. Volvió al 4-4-2, su sistema favorito.

Pau, inspirado

Sabía el Espanyol que tendría que remar mucho para mantener esa ventaja. Pocos equipos hay en la Liga con la ambición y el talento de la Real, que estuvo liderada en sus ataques por dos canteranos dinámicos y exquisitos como Odriozola y Oyarzabal.

Eusebio también dio la titularidad a Vela, que acarició el empate en un remate neutralizado por Aarón (m. 27). Baptistao, incluso, intentó ampliar la ventaja con un disparo parabólico que se marchó fuera (m. 32) antes de la primera gran intervención de Pau. El meta gerundense desvió un tiro envenenado de Oyarzabal que dio paso al descanso.  

La eficacia que faltó ante el Levante se recuperó en Anoeta: el Espanyol marcó en su único tiro a puerta

Se avecinaba una segunda mitad de avalancha local con un Espanyol a la espera del contragolpe. Pau volvió a agigantarte con una mano sensacional en otro tiro de Oyarzabal (m. 52) y Quique dio entrada a Sergio García en lugar de Baptistao (m. 66) para buscar más mordiente en el ataque y aprovechar algún descuido en la zaga donostiarra, a la que volvio Iñigo Martínez, el central que estuvo a punto de fichar por el Barça.

Eusebio, mientras, apostó por Januzaj, el exjugador del United que protagonizó la jugada del empate. Su excelente internada fue culminada por Illarramendi en la única acción que no pudo desbaratar el inspirado Pau (m. 69). La Real, que venía de meter seis goles en la Europa League, no frenaría con este tanto.

Expulsión de Illarramendi

La defensa perica se fortificó y el cuadro vasco se estrelló una y otra vez en el muro, con pluriempleados como Víctor Sánchez o Aarón, que se dejaron el alma. Quique ubicó a Dídac Vilà como interior zurdo para contener al 'avión' Odriozola y las acometidas locales se siguieron acumulando.  

El Espanyol supo sufrir con bravura después de marcar en su único tiro a puerta. La eficacia que faltó ante el Levante se recuperó en Anoeta. La Real Sociedad sumó 19 remates, 5 de ellos entre los tres palos. El equipo perico se mantuvo a flote y se llevó un punto de oro antes de medirse con el Tenerife en la Copa y recibir al Betis el próximo lunes en la Liga.