LONDRES 2012

España sufre otra derrota que deja dudas

Gasol, rodeado por Neto, Splitter y Anderson Varejao.

Gasol, rodeado por Neto, Splitter y Anderson Varejao.

LUIS
MENDIOLA

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En un encuentro cargado de morbo, con un premio envenenado para el ganador como es situarse en la misma parte de los cruces que la selección de EEUU, el máximo favorito al triunfo, España perdió frente a Brasil por 82-88, una derrota que lo relegará a la tercera plaza del grupo. Fue una derrota que dejó muchas dudas. Primero porque es la segunda consecutiva del equipo de Sergio Scariolo. Y, después, porque en el fondo, queda la sensación de que quien sale beneficiado del encuentro de anoche es el perdedor.

Será difícil evitar la especulación en los próximos días. ¿Perdió España o se dejó ganar? La pregunta resulta pertinente por las consecuencias de la derrota: colocan a la selección española en un camino algo más accesible en el camino de las medallas y arregla, por encima de todo, el revés frente a Rusia, un golpe que resultó inesperado y que trastocó todos los planes de la selección.

No es fácil llegar a ninguna conclusión, porque durante muchos minutos de partido, la impresión fue que Brasil se aplicaba con la ley del mínimo esfuerzo, sin demasiada vocación para conseguir la victoria. En cambio se la llevó. Durante muchos minutos pareció también que España buscaba el triunfo con ganas, decidida a acallar todas las especulaciones de las horas previas. En cambio perdió.

Eso abre también nuevos interrogantes sobre el estado de juego y también anímico de la selección, que no ha acabado de funcionar en todo el torneo, que ayer sumó su segunda derrota y que también dio muestras de descomposición frente a la anfitriona, Gran Bretaña. Solo un par de acciones afortunadas evitaron en los dos últimos minutos que cuajara una de las grandes sorpresas del campeonato.

CRÍTICAS DE GASOL / ¿Tan mal está España? Pau Gasol lleva tiempo dando la señal de alerta. Prácticamente desde el primer día, el pívot de los Lakers ha puesto de relieve la falta de ritmo del equipo y también los problemas de concentración. Ayer volvió a ser una voz muy crítica. «Tenemos que ponernos las pilas ya, es más que preocupante esta forma de jugar», soltó y rápidamente rechazó cualquier comentario sobre el posible interés de la selección por perder. «Este es un equipo campeón, que nunca sale a perder ni a especular».

A la estrella de la selección le cuestionaron, entonces, cómo podía explicarse el pésimo último cuarto jugado por España, en el que encajó un parcial de 16-31 que hundió todas sus posibilidades de ganar a Brasil. «Y, ¿cómo se explican los dos malos cuartos frente a Rusia, los problemas frente a Gran Bretaña, el mal primer tiempo ante China...?».

En esa misma línea se manifestó también Felipe Reyes, uno de los que había insistido antes del encuentro frente a los brasileños que la selección sólo buscaría el triunfo. «Somos profesionales y duelen estos comentarios de que te dejas ganar».

RUDY Y NAVARRO, TOCADOS / La explicación a la derrota de España y también a la pobre impresión que está dando en todo el torneo, cuando partía de salida como una de las aspirantes al podio, puede encontrarse en el pésimo momento físico que viven algunos de sus jugadores más importantes como Rudy Fernández y Juan Carlos Navarro, dos titulares indiscutibles, que han llegado al torneo muy justitos de fuerza. El nuevo jugador madridista aún se resiente de sus molestias en la espalda, después de sufrir una operación de disco este verano. Ayer solo jugó 14 minutos y su aportación ofensiva fue nula. El caso de Navarro, máximo anotador de la selección en el último Eurobasket, resulta aún más preocupante. En Londres han vuelto a reproducirse sus molestias de fascitis plantar. Y los médicos y fisios se han volcado para intentar recuperarlo. Reapareció frente a Rusia, con discreta aportación, y ayer Scariolo lo dejó 27 minutos en cancha, aunque el azulgrana no se encontró cómodo ni tuvo buenas sensacioness: siete puntos, con una serie de 1 de 8.

Sin la aportación de sus exteriores, que será imprescindible para afrontar la fase decisiva del torneo, todo el peso del juego recayó en los grandes. Tanto Pau Gasol (25 puntos, 7 rebotes) como su hermano Marc (20 puntos, 3 rebotes) y Serge Ibaka (14 puntos, 6 rebotes), tiraron del equipo. Pero sin la anotación de media distancia, el equipo volvió a dar muestras de esa irregularidad de la que ha hecho gala durante todo el torneo. Del dominio del descanso (44-38), con buenas acciones para los pívots, y la idea de que España reencontraba de nuevo el camino, se pasó al hundimiento final, con un parcial de 18-31 en el último cuarto. Y muchas dudas de cuál es la imagen real de esta selección.