Andreu Plaza: "En Europa, poca broma y mucha seriedad"

El Barça de fútbol sala se juega a partir de este jueves en el Palau Blaugrana el pase a la Final Four de la UEFA Futsal Cup. Hablamos con su entrenador, Andreu Plaza, convencido de las posibilidades de su equipo ante este reto y los que vienen. El entrenador catalán también expresa sus dudas sobre el formato actual de la máxima competición europea.

Venís de tres partidos de liga en una semana. ¿Cuesta cambiar el chip y poner el de la UEFA Futsal Cup? Teóricamente estamos acostumbrados a cambiar el chip. Pero creo que después del último resultado [8-1 en casa contra Palma]… Está bien cambiar el chip. Prefiero que sea un partido de UEFA. Primero, porque todos sabemos lo complicado que es ganar en Europa; y segundo, que este partido pasará a un segundo plano en la memoria de los jugadores. A partir de hoy todo cambia: la pelota, los rivales… Está bien.

¿Son muy diferentes estos partidos? Cambia mucho porque cambia todo. Empezando por el balón, que no es el mismo del que estamos habituados. Cambia mucho, exageradamente, el arbitraje, ni para bien ni para mal, simplemente cambia mucho el criterio, la dificultad de que piten faltas acumulativas, les cuesta mucho pitar… Y, sobre todo, cambia que no conoces al rival. Los conocemos pero no estamos acostumbrados a jugar contra ellos.

¿El equipo está preparado para jugar ya partidos de tanto estrés? La planificación de la competición no está bien. Es demasiado pronto para quedar eliminado de la competición más importante para el club. Estar hasta junio sin ninguna opción de continuar adelante en esta competición es jodido. Esto es sin red, no hay posibilidad de recuperar. El estrés es superior a que si tuvieses, como en otros deportes, la posibilidad de fallar en un momento determinado. Aquí no la tienes y es mucho más complicado y estresa más, bastante más.

¿Y cómo llega el equipo? Llegamos bien físicamente. Sobre todo porque llegamos sin lesionados. Los últimos resultados en liga nos refuerzan. El equipo ha dado un paso adelante en muchos aspectos del juego que debíamos darle una vuelta y la hemos dado. Estamos bastante avanzados en acoplar a los jugadores nuevos que han llegado. Para nosotros es el mejor momento para jugar esta competición.

Se cambiaron 3-4 piezas respecto a la plantilla del año pasado. ¿Esta es más competitiva? Acabamos la última competición perdiendo por penaltis en una serie final durísima en todos los sentidos –física, emocional, mental- y creo que el equipo llegaba en un estado avanzado de competitividad, de credibilidad. Este año es una vuelta más. Sabemos que ya tenemos experiencia: dos finales de Liga, la Final Four, la final de la Copa del Rey, que ganamos... El equipo ha cogido consistencia en este sentido y creo que estamos preparados, algunos más que otros, porque alguno viene de otra competición, como Arthur que aún está aterrando, pero el equipo en general está preparado.

¿Cómo valoras el grupo tras haber evitado a rivales como Inter y Kairat? Desde el día del sorteo he advertido que el rival es el Ekonomac. No podemos salir con la mentalidad de que es un rival de segunda fila porque es un rival muy peligroso. Tiene cuatro jugadores brasileños de mucho nivel, cuatro serbios de mucho nivel y una experiencia grande en Europa. El año pasado estuvieron a punto de eliminarnos. Si llegamos vivos al domingo, si tenemos la posibilidad de cerrar el pase contra el Ugra, entonces pensaremos en ellos. Ahora mismo solo tengo un rival en la cabeza y es un rival muy serio.

¿Se debe hacer pleno de victorias para pasar a la Final Four? No hay red, no hay posibilidad de cambiar un mal resultado. Si hubiésemos quedado primeros [en la ronda anterior] el sorteo hubiera sido más favorable, entre comillas. En Europa, poca broma y mucha seriedad.

¿Tiene demasiada importancia el 'goal average' en esta competición? Hay una situación que es difícil de solucionar para la UEFA. En cada ronda hay un equipo teóricamente inferior, pero el día que te enfrentas con ellos es decisivo. ¿Por qué? Porque normalmente llega a la última jornada sin posibilidades y, casualmente, se enfrentan con el equipo que más posibilidades tiene. Y, ¿qué pasa? El entrenador pone al portero suplente, los medio lesionados no juegan… Y pasa que un resultado que necesitas lo acabas consiguiendo, sea el que sea. Creo que este es el gran hándicap de esta competición, que el 'goal average' está muy condicionado al día en el que juegas contra el rival teóricamente flojo.

¿Cómo se gestiona con la plantilla el saber que cada minuto es decisivo? No se gestiona de ninguna manera. Estamos preparados para jugar tres partidos en 72 horas y esto es lo que hay. El que tenga que jugar 25 minutos por partido, los jugará, sin ningún tipo de duda. Estamos preparados para hacerlo. Y después, cuando acabe esta ronda, si tenemos que hacer que descanse gente descansarán los que más hayan jugado. Pero en esta ronda, los que tengan que jugar más, jugarán más, y los que tenga que jugar menos, jugarán menos en todos los partidos.

¿Es el título más complicado de conseguir? Sí, sin duda. Porque el formato es muy reducido, muy exigente, sin tener ninguna posibilidad de fallar... ¡Es el único deporte que pasa esto! Es muy complicado y penaliza mucho a los equipos grandes.

¿Cómo de importante es jugar en el Palau, ser el amfitrión? Mucho, es fundamental. Sobre todo si hay dos equipos que te pueden hacer daño. Para nosotros, al no haber quedado primeros, era fundamental jugar la ronda aquí. Es muy importante por dos motivos: uno, porque tenemos una ventaja; y dos, porque nuestra afición pueda ver partidos de copa de Europa.

¿Está más cerca un título de los grandes? Sí, pero hay una cosa fundamental. Nuestra liga no es como otras, que hay un claro favorito. Y la línea entre ganar y perder es muy fina, un penalti. Hay un equipo a desbancar, Inter, que lleva cinco años dominando el panorama en todos los sentidos. Nosotros tenemos muchas ganas, estamos capacitados, preparados, pero también lo estábamos el año pasado y lo demostramos. La línea es superfina. Tenemos que intentar que la moneda caiga de nuestro lado. Que la suerte me pille trabajando mucho, como diría aquel, y eso es lo que tenemos que hacer. No dejar nada para la suerte, ni los penaltis.