La noche de Dybala

El mediapunta argentino se doctoró en Europa con sus dos goles y una actuación espléndida, origen de otra noche negra azulgrana

Dybala celebra el primero de sus dos goles ante el Barcelona

Dybala celebra el primero de sus dos goles ante el Barcelona / periodico

LUIS MENDIOLA / BARCELONA

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Solo siete minutos tardó Paulo Exequiel Dybala en encender el Juventus Stadium y teñir la noche europea de 'bianconero'. En adueñarse de la escena y convertirse en el protagonista de la final anticipada de la Liga de Campeones como habían calificado desde Italia el enfrentamiento entre la 'Vecchia Signora' y los azulgranas.

Prácticamente en su primera intervención, el pequeño mediopunta argentino recibió dentro del área, después de una acción de Cuadrado que volvió a retratar a Mathieu. En terreno de nadie, con Iniesta y Piqué marcándolo con la mirada, Dybala sacó a relucir su zurda de seda, giró el cuerpo y acomodó el balón junto al poste derecho, lejos de las manos de Ter Stegen: 1-0 para la Juve y el principio de otra noche negra de los azulgranas en la Champions.

La Joya. Así apodan a Dybala en Turín. Así se le conocerá a partir de ahora en los corrillos futbolísticos de Europa, donde el nuevo prodigio de la escuela argentina se doctoró con nota y lo hizo con Messi enfrente. La última sensación del 'calcio', el heredero del dorsal 21 de la leyenda Pirlo, dio un paso adelante en la carrera sucesoria iniciada hace tiempo para coger el relevo del número uno mundial.

La suya fue una actuación prodigiosa en la primera mitad, que adornó con sus apariciones letales en los dos primeros goles del equipo de Massimiliano Allegri y con intervenciones mucho más puntuales en la segunda, hasta su sustitución (m. 80).

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Se retiró Dybala cuando el partido languidecía y la Juve adormecía el juego para no dejar escapar una victoria que no habría podido imaginar antes de empezar. El 3-0 es un impagable tesoro para un equipo como el italiano que hace de la defensa el motor de su apuesta futbolística.

«Hicimos méritos para generar este resultado y para aprovechar las oportunidades que generamos», explicó Dybala, que demostró que personifica la imaginación y el desequilibro en el esquema militarizado de la Juventus. El único que escapa a la rigurosa pizarra de Allegri.

Su dominio de los espacios y su habilidad para jugar entre líneas hizo saltar por los aires las costuras del Barça.

Dejó en evidencia Dybala a la defensa azulgrana en el primer gol. Y volvió a retratarla en el segundo, esta vez en una jugada que nació tras una incursión de Mandzukic. El centro del croata conectó con el atacante argentino, que volvió a encontrarse en un espacio alejado de la influencia azulgrana. Le llegó el balón a Dybala, entre Mascherano, que venía descolocado por detrás a la carrera, y a una distancia insalvable para la reacción de Piqué. Su chut, seco y ajustado al palo, volvió a besar la red.

TRIDENTE APAGADO

En una noche donde se aguardaba la aparición del tridente, de Messi, de Neymar y de Suárez, fue Dybala el que se arrogó todo el protagonismo. Apenas entró en juego el brasileño y fueron contadas las apariciones de Messi y de Suárez (tuvo su ocasión, desbaratada por Buffon) desconectados del juego colectivo.

Si el Barça necesitó la alineación de los planetas frente al PSG, se antoja ahora imprescindible frente al equipo italiano un milagro de igual calibre para que Europa no acabe en una aventura fallida.