REAL MADRID

El dilema del Madrid: fichar o no fichar

La derrota ante el Atlético en la Supercopa abre el debate sobre si el club blanco debe ir al mercado a buscar refuerzos

Los jugadores del Real Madrid se lamentan mientras los del Atlético celebran un gol en la Supercopa de Europa.

Los jugadores del Real Madrid se lamentan mientras los del Atlético celebran un gol en la Supercopa de Europa. / .44672291

Alejandro García

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Hace un año a estas alturas de temporada, el Madrid de Zidane ya había arrasado al Manchester United y al Barcelona en las Supercopas de Europa y de España, pero las previsiones de una temporada histórica se disiparon pronto.

Las primeras jornadas de Liga trajeron pocos puntos y en Champions, después de perder 3-1 en Londres ante el Tottenham, Cristiano Ronaldo desató la polémica con un análisis que era bastante certero: “Los jugadores que hemos fichado tienen mucho potencial, pero, obviamente, Pepe era un gran jugador, como Morata, James… Todos los que salieron nos hacían más fuertes”, dijo.

Un año después, aquella plantilla que se reforzó de forma paupérrima en 2017 con Theo Hernández y Dani Ceballos, arranca una nueva temporada con poco más que anotar en la columna de los refuerzos: Vinicius, una incógnita de 18 años, y Odriozola y Courtois, que vienen a doblar puestos que el Madrid ya tenía bastante bien cubiertos. Unos refuerzos que no apaciguan los problemas que ya sufría esta plantilla, cada vez más envejecida, y que se han acrecentado potencialmente con la marcha de Zidane y Ronaldo.

Desgaste de la plantilla

La derrota en la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid ha evidenciado un desgaste en el grueso de la plantilla de Lopetegui y la bisoñez de los jóvenes llamados a dar un paso adelante. En el Madrid queda un poso de duda que ha reabierto, si es que alguna vez se cerró, el debate sobre el nivel de la plantilla con la que Lopetegui afronta su primer y exigente año como técnico blanco.

Pese a que los llamados a heredar el liderazgo en el Madrid, Bale y Benzema, ofrecieron buen rendimiento en la primera parte ante el Atlético; la forma en la que el equipo dejó escapar el título, con el empate de Diego Costa a diez minutos del final, dejó la sensación de falta de contundencia, de ausencia de instinto para cerrar el partido.

Ahora toca comprobar si de verdad el club confía en la política de fichar jóvenes valores que ha seguido en los últimos años, bajo el paraguas de un equipo que no ha dejado de ganar, o si se lanza al mercado a la desesperada en busca de alguna solución.

Las opciones son pocas, y las mejores pasarían por buscar un delantero de área, experto, con una capacidad goleadora contrastada, alguien que venga a ayudar con una veintena de goles a llenar el saco de 50 vacío que ha dejado Ronaldo.

Donde sí va a moverse en el mercado el Madrid es en defensa. Vallejo, que se postulaba para ser cuarto central, puede salir cedido y Nacho se queda como única alternativa a Ramos y Varane. Además, la marcha de Theo ha reducido a Marcelo y al canterano Reguilón como inquilinos del lateral izquierdo.

El reto de Lopetegui

Llegar al banquillo del Real Madrid nunca es fácil, llegar despedido de la selección española a tres días del inicio del Mundial y para sustituir a Zidane, que dejó las vitrinas llenas de trofeos y un vacío inabarcable, parece lo más complicado que se le podía presentar a Julen Lopetegui en su nueva etapa como entrenador del Real Madrid. Pero no.

La marcha de Cristiano Ronaldo, máximo goleador del equipo los últimos nueve años, fue casi la primera noticia que recibió Lopetegui en su nuevo cargo, a lo que ha seguido la ausencia de refuerzos en ataque.

Si Lopetegui mira alrededor, el panorama empeora. En las antípodas se encuentran el Atlético de Madrid y el Barcelona, que han reforzado de manera sobresaliente unos proyectos que ya demostraron su fiabilidad la temporada pasada.

El Atlético de Madrid, mermado por la sanción que no le permitió fichar en 2017 y las ventas en diciembre de Gaitán o Carrasco, terminó la temporada siendo la única amenaza del Barcelona en Liga y ganando la Europa League. El músculo financiero que consiguió en esos meses de sacrificio le ha permitido invertir como nunca y mejorar un equipo que ya estaba entre los mejores del mundo, candidato a todo, este año con la motivación añadidad de jugar la final de la Champions en casa.