La fase final de la Euroliga de baloncesto

Con los dedos cruzados

Los problemas físicos de Navarro y Ndong complican la semifinal del Barça ante el Olympiacos

Pascual, Lorbek, Spanoulis e Ivkovic posan con la copa en Estambul.

Pascual, Lorbek, Spanoulis e Ivkovic posan con la copa en Estambul.

LUIS MENDIOLA

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Xavi Pascual, el técnico del Barça Regal, cruzará hoy los dedos al levantarse, confiando en que hayan desaparecido los problemas físicos de Juan Carlos Navarro y Boni Ndong para afrontar la semifinal de la Euroliga frente al Olympiacos (20.00 horas, Esport 3). Las excelentes sensaciones con las que viajó el técnico azulgrana a Estambul, igual que el resto del equipo, se enturbiaron ayer con un parte médico inesperado. Navarro vuelve a quejarse de la fascitis plantar del pie izquierdo que lo ha martirizado toda la temporada. Ndong se pasó la noche del martes con suero, intentando combatir un virus intestinal que lo ha mantenido bajo mínimos en las últimas 48 horas.

Ambos entrenaron ayer por la noche en el Sina Erdem Arena, la cancha de 16.000 espectadores que acogerá hasta el domingo la fase final de la Euroliga. Pero a un ritmo inferior al de sus compañeros. Si Navarro y Ndong no llegan en buenas condiciones, la muralla que supone el Olympiacos, ya de por sí complicada, se elevará más. «Veremos como están, pero espero contar con los dos», dijo con cierto tono de preocupación Pascual. Navarro elevó el ánimo colectivo al acabar el entrenamiento. «Soy optimista, hoy me he encontrado un poco mejor y espero estar mañana al 100%»

En cuanto se propago la noticia, el cartel del Barça en Estambul cayó algunos enteros, como si de las acciones de Bankia se tratara. A nadie se le escapa que del rendimiento de Navarro dependen buena parte de las opciones barcelonistas en una de las ediciones más apasionantes, exigentes e inciertas de la historia, con cuatro equipos como el Panathinaikos, el defensor del título; el CSKA Moscú, el gran favorito, y el Olympiacos, que forman parte de la nobleza del basquet europeo y que ya saben lo que es levantar el título.

EL REGRESO DE OBRADOVIC / En Estambul, donde este fin de semana se pondrá en juego la corona europea, curiosamente, nació hace 20 años para el baloncesto europeo una leyenda: la del Partizan de Belgrado, un equipo que dio a conocer a estrellas como Djordjevic y Danilovic y a un genio de los banquillos como Zeljko Obradovic, a costa de un emergente Joventut, que dos años después se resarciría de la final perdida levantado el título en Tel-Aviv.

Y, ahora, a Estambul vuelve Obradovic después de haber construido un palmarés inigualable (ocho Copas de Europa), como vigente campeón con el Panathinaikos para enfrentarse en la primera semifinal al CSKA, el club que ha hecho palidecer a sus rivales con el fulgor de sus estrellas NBA como Andrei Kirilenko y Nenad Krstic, fichados a golpe de talonario por la empresa petrolífera propietaria del equipo, y participada por Roman Abramovich, el dueño del Chelsea.

Frente a ese perfil casi inaccesible que ha transmitido el CSKA, frente a ese aura de invencibilidad del Panathinaikos cuando hay títulos en juego, y frente a esa filosofía del nada que perder del Olympiacos -al que casi nadie, excepto el Barça, parece tener en cuenta-, el equipo de Pascual esgrimirá su solidez defensiva. Los azulgranas llegan con el mejor récord defensivo de la historia del torneo. Permite solo 61,5 puntos por partido, y esa es una de las razones de una temporada casi sin tacha (18 victorias, una derrota). «La defensa es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí y no podemos perder nuestra identidad», fue la consigna de Pascual.