LOS AÑOS 50

Mi Madrid-Barça preferido (1): Justo Tejada y el duelo de Copa de 1959

Justo Tejada, la semana pasada en Barcelona, tiene 82 años y jugó en ambos clubs.

Justo Tejada, la semana pasada en Barcelona, tiene 82 años y jugó en ambos clubs.

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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La experiencia completa de un clásico consiste en haberlo jugado en todas las opciones posibles; es decir, con las dos camisetas, y en los dos campos. Pocos privilegiados han vivido esta cuádruple coyuntura. Ese rosario de emociones puede relatarlo Justo Tejada Martínez (Barcelona, 6 de enero de 1933). De los 11 que disputó, y las siguientes decenas que ha visto a lo largo de sus bien conservados sus 82 años, observa un denominador común. Y una diferencia acusada en los últimos tiempos. «Ahora hay más política, demasiada política».

«Siempre ha sido el partido que todos deseábamos jugar, el que más emoción despertaba en los aficionados. Siempre ha sido el partido del año», ironiza sobre los tópicos que se repiten desde hace más de medio siglo. Los de su época eran tan o más trascendentes que los de ahora (había 30 jornadas y no 38). Tejada conserva en la memoria el nerviosismo que sentía hasta que el balón echaba a rodar, la serena tensión del vestuario, donde la semana previa había quien se ahorraba la cervecita del vermú y recortaba la dosis de cigarrillos.

Se acuerda de su primer clásico, un 5-1 con dos goles suyos, y de otro que se saldó con la expulsión de Santamaría y Czibor. De los cuatro de la temporada triunfal 58-59: el 4-0 de la primera vuelta «con tres goles de Evaristo y uno mío» y de la derrota por 1-0 posterior que no interrumpió el camino hacia la conquista del título. Desconociendo entonces que el doble duelo se repetiría en la Copa del Generalísimo, que se disputaba al final de la Liga. Más encontronazos con Lesmes, su habitual marcador. O con Marquitos. «Buenos tíos ¿Duros? Sí, como todos… Los había peores. Alguno nuestro también tenía fama, como Biosca, pero era muy fino, no se le notaba. Había dureza y pelea, pero nobleza», asegura Tejada, elegante en la charla y en el vestir.

VALENZUELA, 2

La ida se celebró en el Bernabéu. «Perdíamos 2-0 en el descanso. Helenio Herrera, que iba 15 años por delante de los demás, nos animó diciéndonos que estaban agotados y que ganaríamos. Remontamos 2-4, con dos goles de Kocsis y dos de Suárez. En la vuelta ganamos por 3-1», rememora, bromeando con los lapsus de memoria. «Me acuerdo de Valenzuela, 2, y no me acuerdo del nombre de mi padre», confiesa entre risas. Valenzuela,2, era la sede de las oficinas del Madrid.

Los datos de su carrera barcelonista certifican que disputó 253 partidos y que anotó 129 goles. Un promedio excelente para un extremo cuya principal misión era servir balones al delantero centro. Tejada es uno de los grandes nombres de la historia del club. Ingresó en el amateur y subió al primer equipo en 1953 después de dos campañas en el España Industrial. Permaneció ocho temporadas: entre el Barça de las 'cinc copes' y el que se extinguió en la final de la Copa de Europa de Berna en 1961, y celebró dos Ligas, dos Copas y dos Copas de Ferias.

«Di Stéfano lo cambió todo», sostiene Tejada, testigo de la llegada del astro argentino a Barcelona para fichar por el Barça. «Firmó por el Madrid por la vieja regla del 'ordeno y mando'. Alguien impuso que tenía que jugar en el Madrid y fue al Madrid», relata Tejada. La grave lesión de rodilla de Kubala acentuó el desequilibrio entre los grandes. «Un percance como aquel te dejaba al 70% de tus posibilidades», subraya.

LA LLAMADA DEL MADRID

Tejada fue declarado transferible tras la final de Berna, aunque no la jugó. «Me llamó di Stéfano a las 2 de la mañana para preguntarme si era cierto», cuenta Tejada. Voló a Madrid y en el domicilio del valedor de su fichaje se encontró a BernabéuSaporta Calderón. Solo le exigieron mantener el secreto hasta recibir la baja, teóricamente incondicional del Barça. Le costó renunciar a un año de contrato y medio millón de pesetas. Firmó de blanco en Valenzuela, 2. Meses después jugó otra vez cuatro clásicos. Ganó dos y perdió dos y logró su segundo doblete de Liga y Copa.