Sol y nubarrones en Europa

Mourinho (Chelsea), Van Gaal (Manchester United) y Hein Vanhaezebrouc (Gante).

Mourinho (Chelsea), Van Gaal (Manchester United) y Hein Vanhaezebrouc (Gante). / AGENCIAS

ALBERT GUASCH

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El cierre de la primera fase de la Champions se ha saldado con derrotados estrepitosos, triunfadores inesperados y algunas demostraciones de inquina. El fútbol es también vanidad. 

NUBARRONES EN MANCHESTER

En la antesala de los Oscar se entregan en Hollywood los Razzies, una divertida humillación a las peores películas del año. Si existieron los anti-premios en el fútbol, Louis Van Gaal se llevaría el Razzie de la Champions por la ignominiosa eliminación del Manchester United tras 250 millones de libras de inversión ruinosa. Al entrenador del "nunca positivo” le han llovido chuzos de punta muy negativos. Se han ensañado particularmente exleyendas del club. Paul Scholes: “No me habría gustado jugar en este equipo. Le falta riesgo y creatividad”. Michael Owen: “Es un mal equipo, lo derrotarían los jugadores que Van Gaal ha dejado marchar”. Y así unos cuantos, casi siempre vía Twitter, como Peter Schmeichel o Río Ferdinand.

Hasta Hristo Stoichkov se ha burlado. “Cada uno en su sitio, vamos Manchester”, ha escrito con mordacidad búlgara. No, no acabaron como muy amigos en Barcelona.

El holandés dijo recientemente que no sería justo para su esposa Truus que extendiera su contrato más allá del 2017. "Le prometí que nos iríamos al paraíso después del United". Para un holandés como él, el paraíso es el sol. En Manchester, ahora mismo, solo hay nubarrones. Nunca mejor dicho.

UN GOLEADOR INSÓLITO

El Chelsea enseñó ante el Oporto unas pocas pinceladas de fútbol decente y Mourinho volvió a hincharse. Nada de comportarse con elegancia en la victoria. “Ahora Iker podrá ganar un torneo que le falta”, dijo en alusión a la Europa League y al portero que aún agria su carácter. No debería ufanarse tanto. En la Premier sigue más cerca del descenso que de las posiciones europeas. Y los goles que marca no son un prodigio de laboratorio. Basta mirar las estadísticas. El máximo goleador del equipo está siendo el brasileño Willian, con seis dianas. ¿El segundo? No, no es Diego Costa, peleado con todo el mundo, incluido el gol. Ni mucho menos Hazard, que no ha marcado un solo tanto en toda la temporada. Ni Pedro, que pasa más minutos en el banquillo que en el césped (¿se habrá arrepentido ya de irse de Barcelona?). Tras Willian, el Chelsea se nutre de los goles en propia puerta. Así han caído cinco, entre ellos el primero ante el Oporto. Ni efectivo ni bello. Así es ahora el fútbol de Mourinho.

LA BUENA GENTE

Goles es lo que le sobra a Robert Lewandowski, el punta polaco del Bayern de Múnich. Dos remates virgueros a la red se anotó ante el Dinamo de Zagreb. Dos razones más para que Florentino Pérez abra la caja fuerte del Bernabéu. De ello habla la prensa madrileña y la bávara, en particular desde que su agente asistiera desde el palco de las vanidades a la goleada ante el Getafe. El atacante de Pep Guardiola, de 27 años, tiene contrato hasta el 2019, cobra 10 millones al año y carece de cláusula de rescisión, por lo que deben ponerse de acuerdo los dos clubs. Él parece dejarse querer.

El presidente Karl-Heinze Rummenige sonríe con su cutis rosado. “Miren el contrato, no hay que ponerse nerviosos. El Bernabéu es un gran estadio y hay buena gente. Todo bien”.

SIN UBICACIÓN PARA MORATA

Los nervios afloraron en Italia, por eso ayer pedían en Roma la dirección postal de Ter Stegen. Quieren enviarle flores. Sus reflejos desbancaron al Bayer Leverkusen y sellaron el pase del conjunto romano a octavos pese a su tristón empate en casa ante el Bate Borisov, que se jugaba solo el dinerito de los puntos. Nervios también en Turín. Y los padece en particular Álvaro Morata, fallón ante el Sevilla. Le culpan de que la Juventus se privara del primer puesto del grupo D y quede a un palmo de la dentellada afilada del Barça, el Madrid o el Bayern. “Antes jugaba de memoria junto a Tévez; ahora cuesta encontrarle una posición”, cuestiona la Gazzetta dello Sport. Él promete ponerse en pie. Y más con la flamante renovación hasta el 2020, anunciada este jueves.

SUEÑOS AZULGRANAS EN GANTE

En octavos habrá 16 equipos de 10 países distintos, una pluralidad que no sucedía desde hace cinco años. El pase más sorprendente ha sido el del Gante, segundo equipo belga en acceder a la siguiente fase en la historia de la Champions. El Gante conquistó la pasada temporada su primera liga en 115 años. Su presupuesto está por debajo del Anderlecht, el Brujas o el Standard de Lieja y en su estadio apenas caben 20.00 espectadores. Ese estadio debería acoger al Barça, según su orondo entrenador, cuyo nombre es todo un trabalenguas: Hein Vanhaezebrouck. “Mis jugadores sueñan con que nos toque el Barça”, ha dicho con alegría soleada. Es una ciudad bonita, por cierto.