Ceremonia de película

La hora de la fiesta Olímpica ha llegado. La ceremonia inaugural de los Juegos de Londres 2012 tiene lugar esta noche. El que está considerado como«el mayor show del planeta»marcará la pauta de los próximos 16 días de competiciones. El director artístico del espectáculo, el cineasta inglés Danny Boyle, ha querido celebrar«lo mejor de Gran Bretaña», con un montaje, urbano y bucólico al mismo tiempo, inspirado enLa tempestadde William Shakespeare. Boyle ha contado con un presupuesto modesto de 32 millones de euros, menos de la mitad de lo que costó la de Pekín en el 2008, pero ha tenido la ayuda de 10.000 voluntarios y de numerosas estrellas, entre las que se encuentran David Beckham, Naomi Campbell, Kate Moss, Daniel Craig (James Bond) y Paul McCartney.

Los organizadores calculan que 1.000 millones de personas van a seguir la retransmisión en directo a lo largo de tres horas y media. La BBC se encargará de la comprometida tarea y filmará además por primera vez la ceremonia en tres dimensiones. En el estadio olímpico de Stratford, entre los 80.000 espectadores, habrá centenares de mandatarios internacionales, cabezas coronadas de las monarquías europeas y celebridades de todas las esferas del arte y del deporte.

De la ceremonia cabe esperar imaginación, creatividad y sorpresas, pero al mismo tiempo será un ritual estrictamente reglamentado. El espectáculo arrancará hacia las 21.30 hora española, con los sones delGod save the Queen (Dios salve a la Reina), el himno nacional británico y la izada de la Union Jack. A partir de ese momento, irán haciendo su entrada los atletas de cada uno de los 204 países participantes, por orden alfabético. La excepción será Grecia que, por tradición, al ser la cuna de los Juegos, siempre marcha en penúltimo lugar, justo antes de la anfitriona. La delegación británica está compuesta por 541 atletas, aunque solo algo menos de la mitad, 260, asistirán a la ceremonia, por los entrenamientos.

Tres minutos de discursos

Los discursos del presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, y del organizador de los Juegos de Londres, Sebastian Coe, serán afortunadamente breves, apenas tres minutos. El alcalde, Boris Johnson, recitará un poema dedicado a los deportistas, en griego clásico, compuesto por un profesor de la Universidad de Oxford. Para que el vulgo se entere de lo que dice, el propio Johnson lo traducirá después al inglés. Presidiendo la ceremonia estará la reina Isabel II, que tendrá el honor de declarar«abiertos los Juegos de la 30ª Olimpiada».

Mientras suena el himno olímpico y se pasea su bandera, llegará uno de los instantes más emocionantes. La antorcha entrará en el estadio, después de 70 días de recorrido y de pasar por las manos de 8.000 portadores, que han cubierto un total de 8.000 millas, (12.874 kilómetros), con tres millones de espectadores acompañándoles.

El nombre de quién será el último relevista se mantiene en secreto, pero su misión será prender el pebetero, ese gran caldero donde la llama arderá mientras duren los Juegos. Ese instante mágico no estará acompañado de la suelta de palomas blancas, como antaño. La tradición se ha eliminado, desde que en Seúl, en 1988, varias de ellas, en un desgraciado accidente, se posaran sobre el pebetero y murieran calcinadas.

Elshowdeberá concluir pasada la madrugada. Entonces el deporte tomará el relevo.