Nico Rosberg, el campeón que plantó a la F-1 tras lograr su sueño

Nico Rosberg celebra el título con su equipo, ayer en Yas Marina.

Nico Rosberg celebra el título con su equipo, ayer en Yas Marina.

MIGUEL MARTÍNEZ / OVIEDO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Muchos, demasiados, consideran que Nico Rosberg, el hijo del mítico Keke, campeón del mundo (sí, solo una vez, cierto) en 1982, a los mandos de un Williams-Ford Cosworth, no ama la F-1 con la pasión de otros legendarios pilotos como Gilles Villeneuve, Jackie Stewart, Niki Lauda, Ayrton Senna o Lewis Hamilton. A Nico no le importa. Ni mucho, ni poco. Le da igual. Él, aunque jamás lo contó, solo quería demostrar que era tan veloz como el campeón.

Y, una vez conquistado el título, ganadas 9 de las 21 carreras, logrados 16 de los 21 podios, sumados 5 puntos más que Hamilton (385 contra 380), anunciar su retirada, su 'jubilación', a los 31 años, la edad a la que todos nos quisiéramos ir a casa. "O a contar el dinero", como dijo Bernie Ecclestone, el amo de la F-1.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Rosberg en breve","text":"Campe\u00f3n en 2016"}}