GRAVES INCIDENTES

Muere un ertzaina tras una batalla campal en Bilbao

Juan José Fernandez / El Periódico

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Un ertzaina antidisturbios ha fallecido en el hospital de Basurto después de los incidentes que tuvieron lugar en los aledaños de San Mamés antes del Athletic de Bilbao-Spartak de Moscú de Europa League. El agente, Inocencio Alonso García, de 50 años y natural de Ermua (Bizkaia), de la novena promoción de la policía autonómica vasca, se desplomó y entró en parada cardiorrespiratoria durante uno de los altercados y fue reanimado en el lugar de los hechos. Fue trasladado al hospital de Basurto, donde sufrió otra parada cardiorrespiratoria que no pudo superar y finalmente falleció.

Los incidentes se produjeron a la llegada de los seguidores del equipo moscovita a la explanada de San Mamés. En ese momento, presuntamente uno de los radicales rusos lanzó una botella de cristal a la zona donde se encontraban los aficionados del Athletic, que respondieron con el lanzamiento de todo tipo de objetos.

A partir de entonces se sucedieron las cargas de la Ertzaintza. El agente se desmayó momentos después de que una bengala lanzada supuestamente por un aficionado del Spartak cayera junto a él, según informa Efe. Cinco personas, al menos tres de ellas aficionados radicales del Spartak, fueron detenidas en la explanada junto al estadio de San Mamés.

En todo caso compañeros de Alonso han estado toda la noche tratando de averiguar si es él el agente que se ve en el vídeo que se muestra a continuación, y que recibe de lleno el impacto de una de las bengalas supuestamente lanzadas por los hoolingans rusos. De hecho los policías se han estado pasando estas imágenes de un teléfono a otro en medio de lo que ha sido para ellos una triste noche en vela, tratando de llegar a alguna conclusión.

De confirmarse que es Inociencio Alonso quien recibe directamente ese impacto,  su muerte podría no haber sido un hecho tan fortuito como se pensaba a primera hora de la noche de este jueves. Fuentes de la Ertzantza confirmaron a este diario que esperan además el resultado del informe forense para poder avanzar en su investigación. 

Los altercados, que finalizaron antes de las ocho de la tarde (el partido Athletic-Spartak comenzaba las 21.05 horas), se iniciaron a la llegada de los seguidores moscovitas que había sido convocados por el club ruso en Moyúa, alrededor de 300, reunidos de manera pacífica en la céntrica plaza bilbaína.

Cargas policiales

En pocos segundos aparecieron desde calles aledañas a la explanada exterior del estadio decenas de seguidores de ambos equipos, algunos de ellos con bengalas que lanzaron a los agentes sucediéndose carreras, vuelcos de contenedores y cargas policiales sobre los alborotadores.

Los sucesos se produjeron en apenas cuarto de hora. Minutos antes de la ocho, la Ertzaintza cargó contra los aficionados de uno y otro equipo para intentar frenar las peleas entre ellos, acompañadas de lanzamiento de todo tipo de objetos y de bengalas por parte de los rusos. Tres personas resultaron heridas de diversa consideración.

Dispositivo de seguridad

600 agentes (500 'ertzainas' y 100 policías muncipales) y 200 guardias de la seguridad privada habitual del Athletic, el mayor despliegue realizado hasta ahora, habían sido movilizados en previsión de que los más de 1.000 aficionados rusos sin entrada que viajaron a Bilbao, además de otros 2.000 con localidad, provocasen altercados parecidos a los que han venido protagonizando en los últimos años. Ya participaron en la batalla campal de Marsella durante la Eurocopa de 2016 y esta misma temporada ya habían dejado muestra de su extrema violencia en Eslovenia, Suiza y el pasado lunes en Vitoria.

Se había aconsejado a los hosteleros recoger las terrazas en previsión de posibles incidentes y los alumnos del colegio Pureza de María, cercano a San Mamés, no acudieron a clase.

Un hincha ruso recibió una puñalada

<strong>Uno de los dos extremistas rusos </strong>que fueron heridos en los violentos enfrentamientos con hinchas radicales del Athletic presentaba una puñalada en la espalda que no provocó lesiones graves por lo que, tras ser atendido en el Hospital de Basurto, fue dado de alta.