El Barcelona marca el techo en el límite salarial

La Liga ha hecho público este jueves los límites salariales de los equipos profesionales españoles, de Primera y Segunda División. El FC Barcelona, con casi 633 millones de euros, lidera la clasificación de techo de gasto en sueldos, además de jugadores de la primera plantilla, del cuerpo técnico y gasto en filiales, cantera y otras secciones.

Con un aumento de más de 125 millones respecto al año pasado, el club catalán ha establecido una ventaja histórica de 66 millones y medio respecto al Real Madrid, segundo en la lista, que dispone 566,5 millones de euros para afrontar unos gastos que también incluyen conceptos variables en los sueldos, pagos a la seguridad social, primas, comisiones para agentes y el importe de compra de cada jugador, fraccionado anualmente en función de los años de su contrato. 

El Atlético de Madrid, con un límite cercano a los 300 millones, es el siguiente equipo que más puede gastar en su plantilla, por delante de Valencia y Sevilla (164 y 162 millones) y el Villarreal, que se coloca por encima de los 109 millones de euros. Por abajo, los recién ascendidos Valladolid y Huesca son los que menos pueden gastar en sueldos, por debajo de los 30 millones.

Segunda División

En Segunda División, los recién descendidos Deportivo de La Coruña (18'5 millones), Las Palmas (19'2 millones) y, sobre todo, Málaga (25 millones), aventajan en mucho al resto de equipos. Entre los equipos con menos posibilidades, el Rayo Majadahonda, el Reus, el Elche y el Córdoba (con los gastos acumulados del pasado mercado de invierno, cuando fichó a 9 jugadores para mantener la categoría) se sitúan entorno o por debajo de los 4 millones de euros.

El límite salarial se implementó en 2013 ante los escándalos económicos que salpicaban, sobre todo, a clubes modestos, con compromisos contractuales con jugadores que eran inasumibles con los ingresos de los clubes. El límite de coste de plantilla es el resultante de los ingresos totales de la entidad menos los gastos no deportivos. No es más que un control de las cuentas por parte de la patronal, que pretende supervisar los compromisos salariales de los clubes.