La banda era de Quique

El entrenador del Espanyol regresa al Bernabéu, donde militó dos temporadas como lateral derecho

Quique Sánchez Flores, jugando con el Real Madrid en 1994.

Quique Sánchez Flores, jugando con el Real Madrid en 1994. / periodico

ANTONIO MERINO / MADRID

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Si tu padrino se llama Alfredo di Stéfano y tu padre es jugador del Real Madrid, Betis y Sabadell, no resulta extraño que tu vida gire alrededor del fútbol. Eso le ha sucedido a Enrique Sánchez Flores (Madrid, 5 de febrero de 1965). Quique vuelve hoy al Bernabéu, donde corrió la banda derecha durante dos temporadas (1994-1995 y 1995-1996) como jugador del Madrid, lo mismo que hizo su padre, Isidro Sánchez, en 1961.

Pese a haberse empapado de fútbol desde niño, sus preferencias iban por el mundo de la comunicación. Quique quería ser periodista deportivo, pero pronto se decidió por ejercer el deporte más que por analizarlo, aunque fue comentarista en repetidas ocasiones. Con 9 años militó en los alevines del Madrid. Siete años después lo hizo en el histórico club madrileño Pegaso, de Tercera División, ya desaparecido. Le llegó la oportunidad y recaló en el Valencia, donde permaneció 10 temporadas. Allí coincidió desde 1986 hasta 1988 con su padrino, que por entonces dirigía al equipo. Su excelente trabajo le sirvió para que Miguel Muñoz le reclutara para la selección española en 1987, con 22 años.

MEDIACIÓN DE SU MADRE

Pese a lucir la camiseta del Valencia, a Quique se le vinculó con el Madrid. «Siempre me han tachado de madridista porque mi padre jugó allí, pero nunca he sido ni madridista ni del Atlético», comentaba. Pudo ser jugador rojiblanco, pero el Valencia pidió 200 millones de pesetas (1,2 millones de euros) de entonces. Hasta su madre, Carmen Flores, hermana de la famosa Lola Flores, medió para que se llevara a cavo un fichaje que finalmente se frustró.

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Más suerte tuvo el Madrid, en donde Quique recaló en la temporada 1994-1995, con 29 años. Era un lateral con buen recorrido por la banda y más ofensivo que su padre. Curiosamente, en la campaña 1995-1996, concretamente el 21 de abril, Quique se enfrentó al Espanyol, donde militaban Jordi Lardín, hoy director deportivo del equipo blanquiazul, y Mauricio Pochettino, técnico del Tottenham. El conjunto blanquiazul, entrenado por Camacho, venció 1-2 al Madrid. Fue la última victoria del equipo blanquazul en el feudo blando. Quique estaba a las órdenes de Jorge Valdano y en su primera campaña, en la que disputó 30 partidos de Liga, 2 de Copa y 5 en la Copa de la UEFA y lograr la Liga, compartió vestuario con SanchísHierro, Martín Vázquez o Luis Enrique, entre otros.

Su mala relación con el ahora entrenador del Barcelona se explica por la acusación de varios futbolistas del equipo de ser el chivato de Valdano. Un encontronazo que no ha superado, tal y como ha quedado patente en el Camp Nou cuando ni se llevó a cabo la habitual foto con el técnico asturiano en la previa del derbi ante el Espanyol, ni el saludo antes o después del encuentro.

En su segunda temporada en el Madrid disputó 41 partidos, 33 de Liga, 2 de Copa y 6 europeos. Fue su última aportación antes de enrolarse en el Zaragoza para colgar las botas en 1997. A Quique se le recuerda también por algunos partidos en los que jugó de central.

LUIS ENRIQUE, EN LA IZQUIERDA

Vicente del Bosque le tuvo a sus órdenes durante dos semanas. El técnico salmantino sustituyó a Valdano y dirigió un solo partido antes de la llegada de Arsenio Iglesias. Fue en La Catedral ante el Athletic, con un 0-5 para el equipo blanco. «Cogí el equipo para ese partido. Recuerdo que Quique jugó de lateral derecho y Luis Enrique era el lateral izquierdo. Jugamos con tres centrales, Chendo, Alkorta y Hierro», recuerda Del Bosque a EL PERIÓDICO.

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Pese a su escasa relación con Quique, el exseleccionador español se refiere al futbolista como un lateral importante. «Era un buen futbolista, muy ofensivo. Disponía de muchos recursos y no le faltaba calidad, buen toque y profundidad por la banda», afirma Del Bosque, que confiesa que no vio jugar a Isidro, padre de Sánchez Flores. Sí recuerda el extécnico que conocía a Paloma y Mari Carmen, las dos hermanas de Quique, ya que Del Bosque vivía en el mismo edificio que ellas.

La etapa de Quique en el Madrid continuó como técnico en las categorías inferiores. Desde ahí ha pasado por el banquillo de ocho equipos en 11 años. Cuando le preguntaron si le gustaría dirigir al equipo blanco, Quique no lo dudó. «Entrenaría al Madrid, pero antes de hacerlo tendría que explicar mis ideas», apuntó el ahora entrenador del Espanyol, que aspira a romper la racha del equipo blanquiazul de 21 años sin ganar en el Santiago Bernabéu, el mismo escenario en el que lució por la banda derecha.