El Atlético encuentra el camino (2-0)

Redimido, satisfecho, con el deleite del trabajo bien hecho y con una victoria muy importe que encarrila la clasificación para octavos, donde el equipo no llegó la temporada pasada; así termino la noche de Champions para el Atlético de Madrid. El Dortmund, en las antípodas, se marchó del Metropolitano sin probar a Oblak, con sus mejores jugadores desaparecidos entre la maleza defensiva que preparó Simeone.

Herido tras el 4-0 de Dortmund, el Atlético salió al partido concienciado, intenso, dispuesto a disipar las dudas, potenciadas tras el empate en Liga ante el Leganés. Desde el principio presionó fuerte e incomodó a un Borussia que sólo se zafó de la coacción atlética con posesiones tan largas como poco productivas.

El centro del campo que dispuso Simeone, con Thomas y Rodrigo, le aportó un punto de solidez al equipo que propició la intensidad en la presión y no permitió los temidos contrataques alemanes. A cambio, el dominio territorial del Atlético adoleció de falta de creatividad para encontrar los espacios. 

Sin espacios

Pero el Atlético prefiere sobrevivir con poco en ataque que con carencias en defensa. En los ataques en estático, Correa luchó como el que más, Kalinic abrió espacios y Griezmann, en su versión diluida, intentó más que consiguió. El partido era espeso, sin espacios, sin profundidad, pero los locales no abandonaron su intención.

Tuvo que llegar una segunda jugada, tras un balón colgado, para que Saúl peleara y encontrara el espacio en la banda izquierda, con el Dortmund desordenado, y para que él mismo, en su faceta gloriosa de llegador, cristalizada en un gol la apuesta del equipo. 

Con el respaldo del tanto, el Atlético disfrutó de sus mejores minutos en meses, veloz, ambicioso, profundo y veloz. Saúl, de nuevo, y Griezmann pudieron encarrilar el partido hacia una goleada similar a la sufrida en Alemania. La profundidad fue un recuerdo de otros días para un Dortmund constantemente cohibido, sin presencia de sus atacantes. 

La sentencia

Con la acumulación de posesión, sin más pretensión, el Dortmund apaciguó la ventisca que le había atropellado al final del primer tiempo. El partido retornó a su ser, el peligro desapareció y el Dortmund, impotente, no encontró el caudal ofensivo que le caracteriza frente al magistral repliegue defensivo del Atlético.

Aunque con dominio, la disposición del Dortmund a arriesgar todo para buscar una victoria no fue plena hasta el tramo final. Con el último impulso visitante llegó el espacio y la sentencia. Gelson Martins, dinámico en punta de ataque, habilitó a Griezmann en la primera contra clara y el francés no perdonó.