25 años de un día especial

Bakero evoca las vivencias del 'Dream Team' y Núñez reivindica su modelo de club

Bakero, en un momento de su parlamento en el Auditori del Camp Nou.

Bakero, en un momento de su parlamento en el Auditori del Camp Nou. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Aparece poco, pero la ocasión merecía la pena. La celebración de los 25 años de Wembley, donde el 20 de mayo de 1992 se situó el punto culminante de un mandato de 22 años (1978-2000). Apareció Josep Lluís Núñez para devolver su nombre a las páginas de deportes y huir de las de tribunales en las que salió por la condena judicial a la que fue castigado por sobornar a funcionarios de Hacienda.

Núñez volvió a recibir abrazos del barcelonismo que se reunió a la convocatoria del club para conmemorar tan emblemática fecha. "Sentí que era irrepetible", rememoró el expresidente cuando José Ramón Alexanco levantó el trofeo. "Un momento inolvidable" para Núñez porque significaba la conquista de la primera Copa de Europa, hasta entonces esquiva, con dos finales perdidas: Berna (1961) y Sevilla (1986), cuando él ya era presidente.

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UNA SENTIDA AUSENCIA

Y 25 años después volvió a emocionarse José Mari Bakero, el "comisionado" del Barça para reunir a todos sus compañeros en la fiesta del 10 de junio. El centrocampista apenas pudo contener la emoción al revivir sus vivencias en el 'Dream Team' (1988-1996) en el Auditori del Camp Nou. "Es un día especial pero faltan casi todos mis compañeros", dijo, echando de menos, entre las caras conocidas del barcelonismo, las de quienes se vestían y se duchaban con él en el vestuario.

Apenas estaban Mariano Angoy y Urbano Ortega, Carles Rexach (segundo entrenador), Txema Corbella (utilero) y Jaume Langa (fisioterapeuta). "Tengo una deuda moral con mis compañeros porque fui el único privilegiado que recibí un homenaje", reconoció Bakero, antes de glosar el impacto que supuso el viaje de San Sebastián y la Real Sociedad a Barcelona y el Barça.

El rondo, la colocación, la pelota, Johan, la competición, El Montanyà, la presión, Charly, Wembley, el juego de posición, Benfica, Bruins, Madrid, Txiki, Ronald, correr, disfrutar, Vilda... palabras, conceptos, personas que describen una gloriosa etapa pronunció Bakero con voz insegura mientras multitud de recuerdos reaparecían en su mente.

Bakero no citó el término "entorno". Eso lo hizo Núñez, sin delimitarlo ni precisar si se refería al ambiente barcelonista o a la influencia del Madrid en los estamentos.

CONTRA EL "ENTORNO"

"Al Madrid lo superamos pronto, el Barcelona era el modelo que los clubs necesitaban porque el fútbol español tenía muchos problemas". Tal vez por ello el dirigente calificó de "duro" su largo mandato (1978-2000). No lo fue menos aquella semana previa a la final con la Sampdoria, en la que incluso dimitió "para quitar presión al equipo y que pensara en ganar solamente".

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El triunfo de Londres fue , a su juicio, "la confirmación de la realidad de un proyecto", el del Barça, que con el paso de los años ha logrado, según Núñez, que "siete jugadores de la cantera se hayan proclamado campeones del mundo, algo insólito". Es decir, lo que ocurrió en el 2010, una década después de su marcha, tras las presidencia de Joan Gaspart, su delfín y sucesor, y durante el mandato de Joan Laporta, cuando la España campeona en Sudáfrica alineó a Valdés, Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets y Pedro.