Análisis

Amarrar la Liga ya mismo

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Cuentan que el lunes hubo una gran representación alemana, cómo no, en el Gran Teatro del Liceo. Se trataba deL'or del RindeRichard Wagner. Y dicen que, al acabar la obra, como suele ser habitual en estos casos, habitual y ritual, los cantantes pasaron al camerino del director, en este caso el catalánJosep Ponsy, tras felicitarse y platicar un rato por lo bien que lo habían hecho y el éxito de la obra, dedicaron un ratito de relajación y entretenimientos... al fútbol, cómo no.

Cuentan que el bajo-barítonoAlbert Dohmen, alemán, bromeó conPons sobre el doble duelo hispanoalemán de semifinales de la Champions. Y es posible, muy posible, quePons, buen aficionado al fútbol y, sobre todo, al fútbol musical que practica (¿practicaba? No, no, practica) el Barça, su querido Barça, le explicase al cantante que los barcelonistas se jugaban más en el Bernabéu ante el riesgo de que cayese la tan cacareadadécimaque ante el poderosísimo Bayern de Múnich, a todas luces próximo campeón de Europa.

Resuelta la papeleta de Chamartín, cerrado el ciclo acosador deJosé Mourinho, el Barça podía, serenamente, empezar a pensar en otra cosa, es decir, en amarrar cuanto antes el título de Liga (de ahí la sabia decisión de darle unos días más de tranquilidad, descanso y recuperación aLeo Messi) y empezar a pensar cómo, de qué manera, cuándo, con quién y a qué precio debe modificarse, mejorarse, revolucionar, cambiar, revalorizar, equilibrar una plantilla, que, por una u otra razón, y por todas, incluida la baja de su entrenador, ha llegado justita (eso hasta fue reconocido no hace mucho por el mismo cuadro técnico) y necesitada de una movida para seguir manteniéndose en todo lo alto, lugar que merece quien gana la Liga varias jornadas antes del final.

Es posible, sí, quePons les hablase a sus colegas de camerino de que el Barça es algo más que un equipo de fútbol y que, en ese sentido, cuentan mucho las formas. Formas que anoche, por desgracia, se vieron muy descafeinadas en un duelo tremendamente desequilibrado en el que la ausencia deBusquetsel día antes y dela Pulgapocos minutos antes de anunciar la alineación, convirtió el pulso con el futuro equipo deGuardiolaen un Gamper de lujo.

Pero, la lectura más bestia de la goleada de anoche (no hay que olvidar que, sumada a la de Múnich, representa un humillante 7-0) no es que el Bayern es mucho Bayern y se adivina, con facilidad, como un poderoso campeón de largo recorrido, sino que el hacedor de este milagro, de este rodillo e, incluso, de un posible triple (Bundesliga, Copa y Champions),Jupp Heynckes, se quedará en el paro al ocupar su sitioGuardiola, mientras el City piensa enManuel Pellegrini, el PSG enRafa Benítez, el Chelsea enJosé Mourinhoy el Madrid enCarlo Ancelotti.