Kroos salva a Alemania en el minuto 95

La heroica volvió a acompañar a la Alemania de siempre. Un golazo de Kroos, acostumbrado también a la épica en el Madrid, evitó la debacle de la campeona, que ya se veía al borde del abismo. Las tablas dejaban a los germanos contra las cuerdas, temiendo un más que posible empate entre México y Suecia en la última jornada que supondría su adiós. Ahora el panorama pinta mejor. El zapatazo del centrocampista en el minuto 95 deja a la selección de Joachim Löw con mucha vida (2-1).

Por cosas como la de ayer Alemania tiene cuatro estrellas en la camiseta. Sin el juego excelso que la condujo al éxito en Maracaná pero con la misma pasión de siempre, la campeona logró sobrevivir cuando lo tenía todo en contra. Estaba con uno menos por la expulsión de Boateng pero no aflojó nunca. La recompensa llegó con esa falta final. Ese toque de Kroos a Reus y el disparo maravilloso del madridista.

Las cuentas son diversas para la última jornada. Si Alemania gana por más de un gol a Corea del Sur se clasificará para los octavos. Ni siquiera México tiene el pase asegurado. Una derrota por más de un tanto ante Suecia podría condenarla en un triple empate. La emoción está asegurada hasta el próximo miércoles cuando se disputarán los dos encuentros a la misma ahora, uno en Kazán y el otro en Ekaterimbugo.

Khedira y Özil, sacrificados

No deseaba Alemania seguir el camino de España en el 2014 o Italia en el 2010, los últimos campeones eliminados en la fase de grupos del siguiente Mundial. Necesitaba agitar el árbol Löw en busca de una reacción en el segundo encuentro. Las viejas glorias alemanas, como Breitner, Matthäus y Effenberg, habían señalado especialmente a dos hombres: Khedira y Özil.

Los dos se quedaron en banquillo. Hasta cuatro novedades introdujo en el equipo titular el técnico. Hector ocupó el carril zurdo, Rudiger entró por Hummels en el eje central, Rudy acompañó a Kroos hasta que una hemorragia le dejó fuera de combate en la sala de máquinas y Reus se ubicó en la mediapunta. Retoques para evitar la catástrofe.

Inicio eléctrico

La puesta en escena de la campeona fue excelente. Alemania saltó al césped de Sochi con la máxima intensidad, dispuesta a evitar sustos. En el minuto 2 ya pudo adelantarse con un remate de Draxler repelido por un defensa. Fue un inicio esperanzador, una reminiscencia de la selección que se coronó en Maracaná hace cuatro años humillando a Brasil en semifinales y tumbando a Messi en la final.

Un dato reflejaba el clamoroso dominio alemán en los primeros 10 minutos, un tiempo en el que los germanos completaron 102 pases mientras su rival se quedó en 6. Pero en el fútbol la posesión y el estilo combinativo no garantizan goles. La campeona se llevó un primer susto en un mano a mano de Berg con Neuer (m. 12) y Suecia se fue asentando poco a poco. No tiene ninguna maravilla el cuadro amarillo, pero sí una tremenda disciplina y rigor táctico. Así derribó a Holanda en la fase de grupos y a Italia en la repesca.

Toivonen hizo tambalear a la campeona

Ibrahimovic quiso sumarse a la fiesta de Rusia pero no tuvo el apoyo del seleccionador en una decisión justísima. El drama teutón se empezó a gestar con la vaselina de Toivonen, un delantero que no ha metido ni un solo gol con Toulouse este curso. Tiene mérito batir por arriba a un fantástico portero de 1,94 metros. Alemania se tambaleó con ese tanto y pudo encajar perfectamente el 0-2, pero la torpeza de Claesson y una mano providencial de Neuer justo antes del descanso evitaron un mayor cataclismo.

Se olvidó Löw de ese estilo que tanto había defendido en la víspera y recurrió a una Alemania a la vieja usanza. Mario Gómez sustituyó a Draxler y la campeona apostó por un 4-4-2, potenciando las bandas y los centros. Reus igualó con la rodilla (m. 48) tras un pase del delantero de origen granadino.  

La mitad del trabajo estaba hecho, pero el empate seguía beneficiando a Suecia. Quedaba mucho tiempo. Apareció la precipitación y el infortunio, pero jamás desapareció el corazón. Hector, Reus, Mario Gómez y Brandt, con un tiro al palo en minuto 92, acariciaron un merecido tanto que no llegó hasta el milagro final de Kroos. Alemania nunca muere. La campeona está muy viva.

Así lo ha narrado en directo Xavi Chica.