una vecina de ciutat vella... Mara Dierssen, investigadora

Mara Dierssen, investigadora: "En Ciutat Vella siento la emoción del descubrir"

La neurobióloga y divulgadora científica del Centro de Regulación Genómica, Mara Dierssen, disfruta de Ciutat Vella

La científica Mara Dierssen, investigadora del Centro de Regulación del Genoma de Barcelona.

La científica Mara Dierssen, investigadora del Centro de Regulación del Genoma de Barcelona.

CARME ESCALES
BARCELONA

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Hay un momento en el despertar de cada día, especialmente en ciertos días de la semana, en el que, en las calles de una ciudad como Barcelona, se cruzan quienes se retiran a sus casas a dormir, tras copas y bailes, aquellos que van a trabajar, los que salen a correr o quienes, escoba en mano, barren las calles temprano. Quien madruga tanto como Mara Dierssen (Santander, 1961) asiste a ese cruce de mundos.

La neurobióloga llega antes de las 5.30 horas a su trabajo, en el Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG), ese edificio circular ubicado al lado del Hospital del Mar. "Frente al mar, en este distrito de Ciutat Vella tan lleno de contrastes", como ella misma describe. "El Raval y el Barri Gòtic es donde más difusión científica he hecho", afirma. En lugares como la sede del Institut d'Estudis Catalans (IEC), la de L'Ateneu Barcelonès, el Centre Cívic Pati Llimona y el Mutuo.

"Y siempre que tengo una charla, aprovecho para acercarme al barrio con tiempo y pasear. Es una de las zonas culturales más activas de la ciudad, es brutal", define. "Y esa vida cultural complementa al distrito con su puerto de pescadores, la Barceloneta, incluso con su historia industrial. Ciutat Vella es polifacética y diversa. Tiene bares con mucho sabor, zonas más deprimidas y otras más fashion -destaca-. Y yo en sus calles siento la emoción del descubrir".

Personalidad barcelonesa

"Me encanta Ciutat Vella porque es donde se gestó la personalidad de la ciudad", expresa Dierssen. Ella sabe disfrutar del privilegio de trabajar en esa zona de Barcelona. Desde el año 2001, el CRG, es donde pasa más horas del día, "tratando de comprender el proceso de almacenaje y recuperación de la información en el cerebro, que es capaz de albergar más información que un ordenador", precisa.

Y, ¿para qué saber todo eso? "Para ayudar a mejorar las capacidades cognitivas de personas con discapacidad -por ejemplo con síndrome de Down-. Para que se integren mejor en la sociedad", afirma. "También en beneficio de otras discapacidades intelectuales, y de aquellas que conllevan la capacidad motora, como la parálisis cerebral", añade.

Dierssen colabora con entidades como La Casa de Carlota, un estudio de diseño en el que trabajan personas con Síndrome de Down y autismo; y en proyectos como el Barcelona Brain Health Initiative impulsado por L'Obra Social La Caixa.

Laboratorio musical

Dierssen investiga en ese gran laboratorio del CRG, junto al mar, un escenario que inspira y oxigena. "Me he puesto como objetivo caminar media hora por la mañana. Tras horas de concentración, solo salir a la terraza a contemplar el mar me inspira, y avanzo mucho más".

Y en barrios de Ciutat Vella difunde los hallazgos de la ciencia. Lo hace en conferencias, y también con música. La neurobióloga canta en la banda de rock From Lost to the River, junto a su hijo y colegas científicos. "Nuestros conciertos siempre tienen un espíritu solidario", señala. El próximo 1 de octubre, actuarán en el Cafè Belgrado de Sant Cugat. "Con el concierto solidario Brain Polyphony, vinculado al proyecto en el que tratamos de interpretar la actividad bioeléctrica cerebral y traducirla en sonido, que permitiría crear un sistema de comunicación alternativa para personas con parálisis cerebral".

El 27 de octubre, en la sede del IEC, Dierssen ofrecerá una aproximación al proyecto. Nueva ocasión para emocionarse explorando las calles de Ciutat Vella.