Serpientes miméticas

A veces nos parece que las formas de las plantas y los animales son infinitas. El trabajo de los naturalistas ha sido clasificarlas y encontrar relaciones entre ellas. Uno de los fenómenos más intrigantes que se presenta son las especies que adoptan un aspecto parecido a otras, en general para atraer amigos o engañar a posibles enemigos. El mimetismo en las serpientes ha sido una cuestión discutida en términos de evolución biológica. Unos estudios recientes nos dan ideas de cómo se puede producir.

Cuando las ideas de la evolución de las especies se fueron estableciendo en la segunda mitad del siglo XIX, hubo naturalistas que se preguntaron las razones de por qué algunas serpientes tenían un aspecto parecido aunque fueran especies muy diferentes. Un caso es el de las serpientes de coral, que tienen unos patrones de color muy vistosos en su piel y son muy venenosas, mientras que otras que no lo son tienen el mismo patrón de bandas. Se propuso que había una selección a favor de tener esa coloración aunque la especie no sea peligrosa.

Ahora se acaba de publicar el estudio más exhaustivo realizado hasta la fecha para verificar esta hipótesis. Un grupo de investigadores estadounidenses ha estudiado la distribución de más de un millar de especies de serpientes americanas, tanto venenosas como no, y ha comparado su aspecto y su ADN. Han observado que las que tienen la misma coloración que las serpientes de coral están en el mismo territorio, aunque sean de especies muy separadas por su genoma, y que en general el número de serpientes venenosas es superior al de las que no lo son. Todo esto confirma que el mimetismo es un sistema eficaz para proteger a estas especies de los depredadores. Otro de los resultados interesantes es que a veces algunas especies han ido perdiendo los colores que tenían una función protectora. Es posible que mantener la guardia implique gastar una energía que, una vez pasado el peligro, se ahorra.