Gravedad

El año pasado se anunció la observación de ondas gravitatorias por primera vez. Se trata de una predicción que había sido hecha por Albert Einstein hace 100 años. Se acaba de publicar una segunda observación de estas ondas. Esto confirma que no se trataba de una observación errónea o anecdótica. Tecnologías muy nuevas nos permiten una nueva manera de observar el universo en fenómenos en los que intervienen objetos muy masivos.

La detección de ondas gravitatorias necesita de tecnologías que, en este momento, están disponibles en el observatorio LIGO en Estados Unidos, y el Virgo, una colaboración franco-italiana en Pisa. Estos instrumentos se basan en utilizar haces de luz láser que interfieren entre sí y que pueden detectar minúsculos cambios que se dan en la distancia que recorren. Para eliminar las posibles fuentes de ruido es necesario un tratamiento complejo de los datos.

Los equipos de LIGO y Virgo, en un artículo publicado en Physical Review, firmado por casi un millar de autores, confirman que cuando chocan dos grandes masas, como las de dos agujeros negros, se crean ondas que podemos detectar y analizar. El año pasado la Agencia Europea del Espacio inició un proyecto extraordinario, el LISA Pathfinder, en el que participa el Instituto de Ciencias del Espacio de Bellaterra, que intentará detectar las mismas ondas desde el espacio .

El concepto de que hay fuerzas que actúan a distancia fue formulado hace más de 400 años por Isaac Newton, quien propuso que la misma fuerza de la gravedad hace caer una manzana de un árbol y mueve los planetas por el espacio. Un par de siglos después se descubrieron las fuerzas electromagnéticas que son más intensas y se transmiten por ondas como las de la luz. En el siglo pasado se descubrieron las fuerzas que cohesionan el núcleo de los átomos y que actúan a corta distancia. Todas estas fuerzas se transmiten por ondas y partículas. Como estaba predicho, la gravedad también y este descubrimiento nos abre una nueva ventana para observar y entender el universo.