ENTREVISTA

"Echo en falta el espacio cada día, muchísimo"

El astronauta italiano Luca Parmitano recuerda sus 167 días en la Estación Espacial Internacional, durante los que vivió una situación de extremo peligro

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icoy38367983 barcelona 10 05 2017 sociedad el astronauta luca parmitano 170510174424 / JUAN LUIS ROD

MICHELE CATANZARO / BARCELONA

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En el 2013, el astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Luca Parmitano (Catania, 1976) pasó 167 días en la Estación Espacial Internacional (ISS). En uno de sus dos 'paseos espaciales' (salidas al exterior), su casco se llenó con un litro de agua, una situación de extremo peligro. No obstante, Parmitano está enganchado al espacio y espera con impaciencia volver a la ISS el año que viene. El astronauta visita Barcelona invitado por la Obra Social la Caixa en colaboración con el Instituto Italiano de Cultura. La ciudad es un sitio especial para él: durante su anterior viaje a Barcelona se dio vía libre a su primer viaje espacial y supo que esperaba su segunda hija. Parmitano cree que el espacio es el sitio idoneo para superar los conflictos políticos que dividen la humanidad.

-¿El momento mejor y peor de su estancia en el espacio? Es imposible decirlo. ¿Cómo elegir entre el lanzamiento, la entrada en órbita, la entrada en la ISS, la primera vez que ves la Tierra, los momentos de convivencia [con los otros astronautas]…? No hubo ni un día en que pensé: ojalá volviera mañana a la Tierra. Incluso el accidente fue una historia bonita, ya que puedo estar aquí contándola. En momentos como ese descubres recursos que ni sabías que tenías.

-¿Echa en falta esa experiencia? Echo en falta el espacio cada día, muchísimo. Desafortunadamente, no soy de los que reviven esa experiencia en sueños. El cuerpo olvida casi inmediatamente qué quiere decir estar en microgravedad: en eso coinciden todos los astronautas. Todos pensamos en esa experiencia como si fuera el sueño de otra persona.

-¿Qué le ha llevado a ser astronauta? Crecí con las imágenes del Space Shuttle, los dibujos animados japoneses, 'La Guerra de las Galaxias'… Para mi era un sueño. Pero planteárselo es un poco como plantearse en serio transformase en Batman. La mayor parte del camino para llegar no depende de ti: no existe una escuela de astronautas, si en un momento una agencia espacial necesita y das con el perfil, entonces tienes una oportunidad. Por esto, mi plan práctico fue hacer de piloto.

-Hoy el espacio se ha complicado mucho: ya no es asunto de Estados Unidos y Rusia… En los años 60 era impensable que un italiano fuera astronauta. Hoy es difícil, pero posible. Yo crecí en el momento de la transición. Hoy el espacio es una aventura global. Hay un enorme deseo de colaboración. La ESA, por ejemplo, tiene un diálogo abierto con India, China, Australia. Hemos entrenado a un astronauta chino y hay el plan de que uno de la ESA suba a la estación espacial china.

-¿Los contrastes de la Tierra no se trasladan al espacio? A nivel político hay divisiones, pero a nivel científico el deseo de colaboración es enorme. Hoy estamos en un momento de enorme polarización, un juego político peligroso. Pero el lenguaje común de la ciencia nos une. No hay nada que una más que tener objetivos comunes. En la ISS, llegamos a convivir nueve personas de culturas muy distintas y sin embargo trabajamos al unísono.

-¿Le preocupa que Trump haya recortado La observación de la Tierra es un trabajo muy importante. Proporciona datos únicos, no solo sobre el cambio climático, sino también sobre otros asuntos, como la gestión de la agricultura. Espero que la política comprenda la importancia de esos datos.

-¿Qué hay en agenda en cuanto la exploración del espacio? La búsqueda de la vida fuera de la Tierra es una constante. El año que viene va a despegar 'Exomars', un rover todo europeo que aterrizará en Marte con un taladro que bajará hasta dos metros debajo de la superficie. Allí es donde se espera de encontrar trazas de vida en Marte. 

-¿Y en cuanto a misiones con humanos? En el medio plazo, dentro de una década, hay la voluntad de la ESA de volver a la Luna. También rusos y japoneses están interesados. Hay grandes regiones inexploradas como los polos y enormes tubos de lava huecos: no sabemos qué hay dentro. La NASA opta por poner alrededor de la Luna un hábitat orbitante, un punto de apoyo para los viajes interplanetarios. En el largo plazo, dentro de un par de décadas, el reto es llegar a Marte. Este está 100 veces más lejos que la Luna. Se necesita inversión y voluntad política para conseguir una tecnología que aún no existe.

-¿Qué opina de las promesas de [la empresa de Elon Musk] Space X de llegar a Marte en pocos años? Musk es un visionario. Pero hay que ver si su idea es realizable. No hay que pasar por alto la ciencia sólida que está detrás de los tiempos necesarios para llevar a cabo estos proyectos.