Karolinska

La investigación científica solo tiene sentido si se siguen unas buenas prácticas

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PERE PUIGDOMÈNECH

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Dos responsables del muy respetado Instituto Karolinska de Estocolmo han tenido que dimitir de sus cargos por no haber reaccionado con suficiente celeridad a las alegaciones de malas prácticas de un cirujano de su hospital. Una consecuencia es que han tenido que dimitir también del comité que escoge los premios Nobel de Medicina y Fisiología. La conciencia de que hay que actuar de forma seria cuando se presenta algún caso de malas prácticas es imprescindible sobre todo cuando se pretende liderar la calidad científica y médica.

El caso tiene que ver con un médico de origen italiano, Paolo Macchiarini, especializado en cirugía del sistema respiratorio. Había publicado tratamientos para reconstruir la tráquea con células madre del paciente. Era una aproximación muy innovadora que desarrolló en diferentes lugares, en particular en el Hospital Clínic de Barcelona. Macchiarini, una persona mediática y seductora, fue invitado a regresar a Italia pero prefirió ir al Karolinska, una institución bicentenaria de gran prestigio. En la dirección del Karolisnka llegaron informaciones sobre falsedades en algunas publicaciones del cirujano pero el instituto no tomó ninguna medida. Finalmente salió a la luz que dos pacientes tratados por Macchiarini murieron después de recibir la cirugía de reconstrucción de la tráquea sin razones para aplicar un tratamiento que no había sido validado. Un informe externo concluyó que los dirigentes no habían sido suficientemente vigilantes. En el mes de abril se rescindió el contrato del médico y ahora acaban de dimitir los responsables.

La investigación, sobre todo en biomedicina, se ha convertido en una actividad muy competitiva. Instituciones e investigadores tienen que salir a los medios de comunicación para convencer a quienes los financian de que se contrata a los mejores y que se hace el trabajo más avanzado. La tentación de olvidar que la investigación científica solo tiene sentido si se siguen buenas prácticas es grande, pero, si ocurre, la pérdida de credibilidad que se produce es mucho peor.