EL ADN DE LA SEMANA

Energía vital

El cerebro humano necesita unos aportes energéticos superiores al de los otros primates

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PERE PUIGDOMÈNECH

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Cuando hablamos de energía pensamos más a menudo en el petróleo o en la electricidad, pero hay gente que se preocupa en medir la que gasta nuestro organismo en su vida cotidiana. La novedad es que ha sido cuantificada la cantidad que gastamos en comparación con los primates más cercanos. Todo concuerda en que gastamos más energía y ello quiere decir que, desde el origen de la especie, los humanos han tenido que encontrarla y aprovecharla bien.

Si el cuerpo de los humanos gasta mucha energía, es en buena parte porque hay que mantener el cerebro en funcionamiento. Se ha calculado que un tercio de la energía que consumimos la utilizamos para mantener el órgano en marcha. Grupos de investigación de Estados Unidos han realizado un gran estudio tratando de comparar de forma uniforme el gasto medio de los humanos frente al de chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes, tanto en un entorno silvestre como en zoológicos. La diferencia más interesante es que los humanos gastamos casi un 30% más de energía que las otras especies y esto nos plantea un conjunto interesante de preguntas.

Una de las cuestiones que se pueden deducir es que los humanos se pudieron desarrollar gracias a alimentos ricos en energía, como los cereales o los que provienen de la caza, que es necesario saber encontrar y digerir. Se ha sugerido que el cocinar y la estructura social permiten compartir y aprovechar mejor los alimentos que pueden no estar disponibles en todo momento.Tambien se ha calculado que el modo de andar y correr es más eficientes en los humanos. Otra cuestión es que si la especie necesita mucha energía es necesario que la almacene cuando dispone suficiente, para los tiempos de escasez. En el estudio actual se demuestra también que los humanos tenemos más reservas de grasa que los otros primates. Una de las consecuencias es la obesidad que aparece cuando hay alimentos ricos en energía que están accesibles sin límites. Sea como sea, para ser humanos es necesario disponer de mucha energía.