EL ADN DE LA SEMANA

Cucaracha

Dos estudios internacionales profundizan en el genoma de dos especies comunes

cucaracha pared

cucaracha pared / periodico

Pere Puigdomènech

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Las cucarachas son insectos muy habituales en las casas de las grandes ciudades. Y sus habitantes tratan de quitárselas de encima. Están relacionados con las termitas, aunque tienen un comportamiento bastante diferente. Acaban de publicarse los genomas de cucarachas y termitas, lo que nos permite explicar algunas de las diferencias de su comportamiento.

En un periodo de tres semanas han salido dos artículos publicados en revistas del grupo 'Nature' que presentan los genomas de dos cucarachas, la germánica y la americana, y los comparan con los de las termitas. Entre los autores del genoma de la 'Blatella germanica' destaca un grupo del Instituto de Biología Evolutiva del CSIC y la Universitat Pompeu Fabra que ha profundizado durante años en la biología de estos animales y que ha hecho el trabajo colaborando con grupos alemanes. El otro la han realizado grupos chinos. Interesa conocer las razones del éxito de las cucarachas al adaptarse a los entornos urbanos y saber también cómo es que entre especies cercanas hay diferencias tan grandes en el comportamiento social.

Los genomas de las dos cucarachas son mayores que los de la mayoría de los insectos. En el caso de la americana, que parece que emigró de África a partir del siglo XVI, es de tamaño comparable al genoma humano. En las cucarachas destacan los genes que permiten que estos animales puedan alimentarse en entornos con residuos tóxicos y los que están relacionados con su proceso reproductor, que es muy protector de las crías. En las termitas han aumentado los genes de sustancias volátiles como las feromonas que les permiten comunicarse entre los individuos de la misma especie. Todas estas características son claves en la capacidad de sobrevivir de estos animales, algo evidente atendiendo a nuestra dificultad a la hora de eliminarlos. Incluso se ha propuesto que sobrevivirían mejor que nosotros a grandes catástrofes, incluidas las que podríamos provocar, irresponsablemente, en una guerra nuclear.