Caucho

Los neumáticos de nuestros coches están hechos de caucho. Un origen es sintético, procedente de derivados del petróleo, pero todavía nadie ha encontrado un sustituto del caucho natural. Una parte importante proviene de un árbol procedente de la Amazonia y que se cultiva sobre todo en Asia. Su genoma acaba de publicarse.

La historia del caucho es muy rica en curiosidades. Parece que el nombre de caucho deriva de una palabra americana que significaría "árbol que llora". Cuando se hace un corte en los troncos de 'Hevea brasiliensis' y de otras especies americanas y africanas, el árbol produce un látex viscoso que evita infecciones y parásitos. Los habitantes de Centroamérica hacían pelotas con él, en Europa se fabricaron gomas de borrar y en África estimuló la esclavitud. A finales del siglo XIX se inventó un tratamiento con azufre -la vulcanización- que lo hace más resistente. Entonces ya hubo disputas por la patente entre inventores, entre ellos Goodyear. La controversia más conocida fue la derivada de la exportación furtiva de semillas de 'Hevea' desde Brasil a Inglaterra primero y a Malasia después, lo que hundió el monopolio brasileño.

El caucho natural se produce hoy sobre todo de 'Hevea' cultivada en plantaciones de Tailandia, Indonesia y Malasia a partir de árboles adaptados a las necesidades de la producción de material para neumáticos y otras aplicaciones del látex. 'Hevea brasiliensis' tiene un genoma complejo con casi el doble de genes que el genoma humano. Así lo demuestra el trabajo publicado por investigadores del Instituto del Caucho de China que completa una versión anterior realizada por científicos de Malasia.

genoma complejoInstituto del Caucho de China El caucho se sintetiza en la planta a partir de unas sustancias, llamadas terpenos. En 'Hevea', los genes relacionados con su síntesis se han multiplicado y están regulados por una hormona, el etileno, que se produce cuando se origina una herida. Los autores quieren usar el genoma para producir mejor una sustancia de la que parece que no podemos prescindir. Esperamos que se haga sin incidentes.