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EL FUTURO RECORRIDO

30 puertos de montaña esperan a los ciclistas del Tour 2019

La organización recorta la contarreloj individual que deja en solo 27 kilómetros alrededor de Pau

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Sergi López-Egea

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"La cuestión no es hacerlo más duro, sino más variado". La frase, de Christian Prudhomme, director del Tour, pronunciada este jueves durante la presentación oficial en París de la ronda francesa del 2019, resume el espíritu con el que la organización ha trabajado el diseño de la próxima edición de la prueba, de una carrera que se inspira en el nuevo modelo de rondas de tres semanas creado por la Vuelta: etapas de montaña de corto recorrido, búsqueda de muros y puertos explosivos y considerable recorte de los kilómetros de contrarreloj. En el próximo Tour, por ejemplo, solo se ha programado una 'crono' individual, por los alrededores de Pau, con 27 kilómetros, irrisorios si se compara al flujo y colorido contrarreloj que acompañaron a Miguel Induráin en su época de oro.

Es verdad que con tan solo 27 kilómetros, un corredor como en su día fue Induráin, hábil sobre todo en la contrarreloj pero resistente en la montaña, habría sido tan penalizado que hasta es posible que hoy en día no tuviera cinco Tours en el zurrón. Así, por ejemplo, Tom Dumoulin, el corredor que más se le asemeja, sale castigado para la próxima cita francesa (del 6 al 28 de julio) ante los escaladores locales, Romain Bardet Thibaut Pinot.

Y también es cierto que los dos principales reclamos españoles, Mikel Landa y el emergente Enric Mas, surgen favorecidos con un trazado que incluye nada menos que 30 puertos de montaña con cinco llegadas en alto, lo que testimonia el perfil eminentemente montañoso de un Tour que, en los Alpes, se decidirá a más de 2.000 metros de altitud, incluyendo colosos famosos como el Izoard, el Galibier o el Iseran; sin olvidar, tampoco, a unos Pirineos poblados de cimas donde destaca, sobre todo, la ascensión final al Tourmalet, con meta en la cumbre, como gran atractivo de esta cordillera.

100 años de jersey amarillo

En el año en el que se homenajea el centenario de la creación del jersey amarillo para distinguir al primero de la general, en el que se rinde tributo al ciclista que lo llevó por primera vez en 1919 (Eugeni Christophe), también se distingue a Eddy Merckx, porque se celebrará el 50 aniversario de la primera de las cinco victorias. Por esa razón, el Tour partirá de Bruselas, tal como se había hecho en un lejano 1958 para conmmemorar la exposición universal que se celebró entonces en la capital belga.

El Tour 2019 no vivirá solo de los Pirineos y los Alpes puesto que los Vosgos llegan con personalidad propia, con dos etapas, sobre todo la segunda, cargadas de trampas en modo montaña. La sexta jornada se recrea con la cuesta final, nueva ruta y por encima del 20%, en La Planche des Belles Filles, con paso previo por el histórico Ballon de Alsacia.

Tampoco salen demasiado bien parados los velocistas, estilo Peter Sagan, puesto que el Tour ha querido también reducir el número de etapas llanas y con ello los esprints. Difícilmente, incluyendo el paseo por los Campos Elíseos, se superará la media docena de llegadas masivas. Pero, porque el Tour es el Tour y el Sky es el Sky, en las filas del conjunto británico volverá a estar el principal candidato al triunfo final.