Bouhanni se muestra intratable en los esprints de la Volta

Nacer Bouhanni no se arruga en los esprints. Ni pestañea. Solo agacha la cabeza y sigue la rueda de su compañero y compatriota francés Geoffrey Soupe, a quien se distingue bien gracias a haberse apuntado a la moda de los ciclistas barbudos. Quizás, en estos momentos, el corredor y líder del Cofidis sea el velocista que está más en forma en el pelotón mundial, a la altura de Mark Cavendish, Marcel Kittel, Alexander Kristoff y André Greipel, al que llaman 'El Gorila'. Si la Volta 2016 no tuviera montañas, que las tiene, ya se podría comenzar a inscribir el nombre de Bouhanni en la copa final que recibirá el domingo en Barcelona el ganador de la carrera. Intratable, inalcanzable y absolutamente superior al resto de sus rivales. Sin más.

Por eso, no ha sido de extrañar que Bouhanni, sin apenas oposición, más fuerte que los demás, al menos con una bicicleta de ventaja, haya conseguido el triunfo en Olot, en el mismo lugar donde hace un año ganó Alejandro Valverde, una de las pocas figuras ausentes de la carrera. El Cofidis, su equipo, además, en dos etapas, ha sabido controlar y trabajar para su jefe de filas, más tranquilo este martes, habiendo parido ya el disgusto por la avería que sufrió el sábado en la recta final de la Milán-San Remo y que le impidió triunfar en la 'clasicissima'. Seguramente las victorias en Catalunya no le acabarán de quitar el disgusto, pero con una buena comida se olvida una jornada de hambre.

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"Sería muy pretencioso por mi parte decir que soy el mejor velocista del mundo, puesto que hay otros especialistas como Cavendish, Kittel o Kristoff, que no han venido a la Volta, pero lo que sí es seguro que triunfos como los que aquí he conseguido me hacen coger confianza para mi gran objetivo del año y que no es otro que conseguir una victoria en el Tour".

EL TOUR, SIEMPRE EN EL HORIZONTE

Por el Tour viven los corredores franceses y conjuntos como el Cofidis, uno de los decados del pelotón mundial, presente en el circuito ciclista desde 1996. Por el Tour pasan las ilusiones de Bouhanni, quien, en la Volta, todavía está a la espera de cumplir el dicho que dice que no hay dos sin tres. "Nunca he dicho que fuera a ganar las cuatro etapas que pueden acabar en un esprint, pero sí espero que de las dos posibilidades que todavía quedan (Valls y Vilanova i la Geltrú) al menos me pueda anotar un triunfo".

Bouhanni, miércoles y jueves, pasará a correr en el anonimato del pelotón. Bouhanni buscará un ritmo moderado para sus piernas, que no se cansen demasiado en las cuestas previstas en los dos días grandes de la ronda catalana, en La Molina, primero, y en Port Ainé, después, dos jornadas en las que afortunadamente el riesgo de la nieve parece estar fuera del guión, aunque si resulta inevitable que el frío se apodere de los huesos de los ciclistas con temperaturas que bajo ninguna circunstancia alcanzarán los dos dígitos.

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LA HORA DE LA VERDAD

Llega, por lo tanto, la hora de la verdad a la ronda catalana, tiempo de figuras, época para aquellos que miran mucho más allá que las etapas de la Volta, los que piensan en el Tour, como Bouhanni, se prueben en el primer gran duelo de la temporada 2016; la primera ocasión en la que todos han coincidido en una carrera, en el primer encuentro del año en los Pirineos. En dos días se ha podido comprobar un hecho; tres equipos y tres ciclistas han mostrado las cartas, al estar siempre pendientes del control de la carrera con sus gregarios instalados en las primeras plazas de la carrera. Han sido los ayudantes de Chris Froome en el Skey, los de Alberto Contador, en el Tinkoff, y los de Nairo Quintana, en el Movistar. Quizá, otros dos aspirantes, haciendo gala a su habitual forma de correr, desgastar lo menos posible en las jornadas llanas, han permanecido algo más escondidos. Han sido los casos de Fabio Aru, el ganador de la Vuelta 2015, y de Purito Rodríguez, segundo clasificado de la última ronda española.

El miércoles ya será imposible escondar nada, ni cartas, ni piernas, ni respiraciones más aceleradas de la cuenta para no perder el compás de las primeras posiciones. Y todavía mucho más el jueves, en la jornada reina de la carrera prevista en las cuestas de Port Ainé, mucho más duras y difíciles que las de La Molina. Bouhanni verá a las 'fieras' de la Volta desde la barrera. Pero feliz por sus dos victorias.

Todas las clasificaciones de la carrera en la página oficial de la Volta.