PRESENTACIÓN DE LA CARRERA

La Volta tendrá montaña, dureza y cartel de figuras

La prueba comienza el lunes en Calella, visita la Val d'Aran después de 25 años y afronta dos llegadas en alto

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Sergi López-Egea

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En 97 ediciones previas, la Volta, la prueba deportiva más antigua de Catalunya, ha visto el paso de las grandes figuras del pedal, desde Mariano Cañardo, en sus inicios, sin olvidar a Gino Bartali, con quien Cañardo, nacido en Navarra y afincado en Barcelona, entabló amistad, pasando por el hambriento Eddy Merckx o viendo las ganas de triunfar de Miguel Induráin. Pocas son las estrellas ciclistas que nunca jamás estuvieron en la ronda catalana, quizá Lance Armstrong, pero su presencia tampoco es algo que llene de orgullo a la carrera.

Estos últimos años, han vuelto las figuras, desde que la Volta se estableció de forma acertada en el mes de marzo, tras deambular con más pena que gloria por los meses de mayo (condenada al coincidir con el Giro) o en junio (en una época de druidas en la que muchos ciclistas preferían entrenar a escondidas y preparar el Tour lejos de la competición y sus controles). Y sobre todo ha sido agraciada con el nuevo espíritu de este deporte, que reina en esta década, en la que todos los astros, todos sin excepción, pelean por ganar cuantas carreras disputan, lejos de la idea de hace 20 años cuando había 50 ciclistas preparando el Tour y siempre acostumbraba a ganar el mismo.

Los participantes

Por eso, Alberto Contador, hasta su retirada en otoño pasado, ha estado presente cada año, al igual que Alejandro Valverde, que defiende a partir del lunes la victoria lograda hace un año. En este 2018, con un cartel de figuras que se cerrará a lo largo de la semana, ya han confirmado, por ahora, aparte de Valverde, sus compañeros del Movistar Nairo Quintana y Marc Soler (ganador el domingo de la París-Niza), Dan Martin, Rigo Urán o Fabio Aru

La carrera comienza el lunes en la cita habitual de Calella y termina, también como es costumbre (y este año con prueba previa femenina) finaliza en la montaña de Montjuïc, en Barcelona. Como novedad, la visita al Val d'Aran, después de 25 años de ausencia, desde los tiempos de Induráin.

Las etapas

Lunes, 19 de marzo.

Se empieza y termina en Calella, con un trazado de media montaña, que servirá para que parte del pelotón se rompa a las primeras de cambio. Suele haber esprint.

Martes, 20 de marzo.

La llegada a Valls obliga a las figuras de la prueba a estar atentos a fin de evitar posibles cortes en el pelotón a la entrada a la capital del Alt Camp. Se termina frente al pabellón de deportes que lleva el nombre de Xavi Tondo.

Miércoles, 21 de marzo.

La primera de las dos llegadas en alto será en Vallter 2.000, en la primera de las dos citas en los Pirineos, una subida constante, sin grandes paredes, pero que acostumbra a gustar a los escaladores de raza.

Jueves, 22 de marzo.

La segunda llegada en alto discurre en una meta habitual de la Volta, en La Molina, con meta en la misma estación por una cuesta final, en el último kilómetro, que acostumbra a hacer las delicias de Valverde.

Viernes, 23 de marzo.

La etapa más larga sirve para acabar en Vielha, la capital del Vall d'Aran. La organización no ha querido arriesgar en el mes de marzo, por miedo a una nevada, a entrar en el valle por La Bonaigua. Por esta razón, la jornada es favorable a una fuga tras llegar a Vielha a través de su famoso túnel.

Sábado, 24 de marzo.

Es la etapa más proclive a decidirse en un esprint masivo con pelotón compacto, lógicamente si las circunstancias de carrera y una general apretada no obliga a algún equipo a buscar una emboscada.

Domingo, 25 de marzo.

Tras un recorrido por los alrededores de Barcelona, los corredores entrarán en el circuito de Montjuïc por el que darán ocho vueltas. Si hay segundos de diferencias entre los primeros, nadie podrá descuidarse en los kilómetros finales.