Purito, quinto en la victoria de Van Avermaet
La carrera estuvo marcada por la caída de Nibali cuando luchaba por el oro
Luis Mendiola
Periodista
LUIS MENDIOLA / RÍO DE JANEIRO (Enviado especial)
Quería despedirse con una medalla. Era el sueño que tenía Joaquim 'Purito' Rodríguez en su último día como ciclista profesional. Lo intentó y peleó para ello y casi se podría decir que quedó a las puertas de una medalla para llevarse a su casa de Andorra. El diploma olímpico, recompensa de su quinta plaza, el primero de un deportista español en Río, fue el premio, el último para un corredor catalán que ha destacado en las carreras clásicas y que ha sido podio en el Tour, la Vuelta y el Giro.
Greg van Avermaet, un buen ciclista de clásicas, vencedor de la etapa del Tour que finalizó en Le Lioran, en el Macizo Central, éxito que lo recompensó con el jersey amarillo que perdió en los Pirineos (fue a parar a manos de Chris Froome que lo mantuvo hasta París), es el nuevo campeón olímpico, tal vez el especialista exclusivo en pruebas de un día que mejor resiste la montaña. El danés Jakob Fuglsang y el polaco Rafal Majka acompañaron al corredor belga en el podio de Copacabana.
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VALVERDE NO TUVO SU DÍA
Purito fue el más fuerte entre los cinco ciclistas españoles seleccionados por Javier Mínguez. Imanol Erviti trabajó en la primera parte del recorrido y Jonathan Castroviejo cuando comenzaron los ataques. Ion Izagirre, en cambio, no tuvo su día y al jefe, a Alejandro Valverde, le fallaron las piernas, según le reconoció en carrera a Purito; razón por la que el corredor murciano trabajó para el catalán. "En la última vuelta Valverde me dijo que no iba. Yo, en cambio, tenía piernas de medalla".
LA CLAVE DE LA CARRERA
El corredor catalán pudo notar buenas sensaciones, espíritu de lucha y ganas de pelear por una medalla pero, sin duda, ese mismo sentimiento lo tuvo Vincenzo Nibali, el gran animador de la carrera y el ciclista que pugnaba por ser el primer corredor de la historia en ganar las tres carreras grandes y alzarse con la medalla de oro olímpica. Rompió la carrera, hizo la selección en la que no entraron, entre otros, Valverde y Chris Froome. Y cuando Purito enlazó por detrás, cuando llegó la última zona de dificultad en la subida a Vista Chinesa, 'El Tiburón' arrancó. Se llevó a rueda a Sergio Henao, el representante de Colombia, y a Majka.
Parecía que el podio estaba decidido. Daba la impresión de que comenzaba el festival del corredor italiano que preparó los Juegos en la ruta del Tour. Pero en la bajada, peligrosa como ella misma, tropezaron Nibali y Henao. Se fueron al suelo. El italiano se fracturó la clavícula y se golpeó en la mandíbula, lo que le impedirá estar en la crono del miércoles. Majka salvó la caída. Cuando el polaco ya tocaba el oro tras el accidente de Nibali, a menos de dos kilíometros de la meta, lo capturaron Van Avermaet y Fuglsang. Ellos dos pelearon por la gloria olímpica. Majka se conformó con el bronce y Purito, en el grupo perseguidor, por la quinta plaza... la última vez que cruzó una línea de meta con un diploma olímpico por el trabajo bien hecho.
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