Discurso institucional del Onze de Setembre

Mas pide al Estado que permita la consulta y reitera que la convocará

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Última llamada del 'president' Mas al Gobierno y a las instituciones españolas para evitar el choque de trenes a cuenta del proceso soberanista. En el tradicional mensaje institucional con motivo de la Diada, Mas se dirigió directamente al Ejecutivo de Mariano Rajoy: "Todavía están a tiempo de escuchar el clamor pacífico y democrático de este pueblo" y permitir la consulta. De lo contrario, advirtió, el error será "doble". El líder de CiU combinó este mensaje con el de la firmeza al comprometerse de nuevo a firmar el decreto de convocatoria de la consulta, el pistoletazo de salida al 9-N, previsiblemente poco después de que el Parlament de luz verde a la ley catalana, el próximo 19 de septiembre.

El mensaje de Mas este año se ha centrado única y exclusivamente en la consulta soberanista y en un concepto repetido hasta en 10 ocasiones en su intervención: la democracia. Democracia y urnas, y la convicción de que hoy la manifestación a favor de la consulta convocada por la Assemblea Nacional Catalana Òmnium será un éxito y se hará evidente otra vez "la vía catalana de entender la democracia y la libertad".

Del discurso destacan algunos elementos en clave política. Uno, la convicción: "Mi compromiso para convocar la consulta, una vez el Parlament de Catalunya haya aprobado la vía legal para hacerlo posible, es firme". Por tanto, mensaje doble al Estado, en la línea habitual de Mas: mano tendida pero al mismo tiempo determinación.

"EL ENCAJE EN LA LEGALIDAD" / Mas no da pistas sobre qué hará si el Tribunal Constitucional, a instancias del Gobierno, previsiblemente suspende la convocatoria del 9-N. Se limita subrayar dos principios que inspiran esta convocatoria: una mayoría social ( de ahí la referencia a la movilización de hoy y su previsible éxito) y el consenso político.

En una carta enviada el miércoles a los alcaldes catalanes, Mas cita también estos dos pilares pero añade que el proceso está además marcado "por el encaje en la legalidad". Cabe recordar que diferentes miembros del Govern y de CiU han replicado estos días a ERC y a las fuerzas partidarias de la desobediencia civil en caso de suspensión del 9-N, que la consulta ha de hacerse sin saltarse los marcos legales. Esto es algo que no se puede pedir a ningún gobierno democrático, explicó la vicepresidenta Joana Ortega, de Unió, hace unos días en TV-3. Y ayer Josep Rull, coordinador general de CDC, calificaba de "gesticulación" el llamamiento del líder de Esquerra, Oriol Junqueras, a esa desobediencia.

AUSENCIAS EN LA MANIFESTACIÓN / En la carta a los alcaldes, Mas incorpora de nuevo la idea de respeto a la legalidad. En el mensaje de la Diada, evita este debate. Se limita a rememorar los hechos de 1714 es recordar "que somos un país que quiere hacer bien las cosas". Es el lema que CDC repite una y otra vez: hacer al consulta, pero hacerla bien.

Otra clave del discurso es la referencia a la unidad política para mantener viva la hoja de ruta soberanista. Mas llama incluso a ampliar el grupo de partidos en favor de la consulta. Una referencia nuevamente a quienes, en el espacio socialista, están a favor del 9-N.

Sin embargo, es precisamente en la propia CiU donde se evidencian las diferencias. En la movilización de hoy en Barcelona, de los cargos más destacados de Unió no participarán ni el líder del partido, Josep Antoni Duran Lleida, ni la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega (alega que está preparando el 9-N), ni el titular de Interior, Ramon Espadaler (argumenta que estará coordinando el dispositivo de seguridad de la Diada), ni la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, que ayer alegó que no acudirá a la manifestación de la V para preservar su papel institucional.

SILENCIO SOBRE PUJOL / Mas hizo una leve referencia a la cuestión de las disensiones. «Tenemos la oportunidad de aparcar nuestras veces excesivas divisiones internas». Ahí se quedó, siguiendo la consigna de estos días en CiU: morderse la lengua respecto a las posiciones de Esquerra por el bien del proceso. Mas ya descargó su disgusto con los republicanos en una entrevista a El Temps esta semana, reprochándoles "politiquería" y "vuelo gallináceo" por apoyar una comisión de investigación por el caso Pujol.

Tampoco hubo ninguna referencia a la confesión del fundador de CDC respecto a sus cuentas opacas en el extranjero. Ni respecto a las preocupaciones de carácter social, muy presentes en la sociedad catalana, excepto una referencia genérica a la demanda de proyectar una Catalunya "comprometida con la justicia social".