CRÓNICA

En busca de Camilleri

Siete personajes de las novelas de Montalbano suben al escenario en BCNegra

Monia Presta (Ingrid) y Jordi Boixaderas (Salvo Montalbano), ayer en La Capella.

Monia Presta (Ingrid) y Jordi Boixaderas (Salvo Montalbano), ayer en La Capella.

ERNEST ALÓS / Barcelona

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La fanfiction es aquel género en el que los seguidores de un escritor deciden ponerse en su lugar y tomar prestados a sus personajes. No  se trata de plagio, burla o fraude al estilo de Avellaneda, sino un homenaje lleno de admiración (o una forma de resarcirse de la sequía productiva del autor; aunque no es este, precisamente, el caso que nos ocupa). Pues bien, ayer fue una pieza de fanfiction, o fanteatro, la que se representó en La Capella, en el marco de BCNegra. Sis personatges en cerca de Camilleri, un texto de Monia Presta y Pau Vidal, el apreciadísimo traductor al catalán de los libros de Andrea Camilleri protagonizados por el comisario Salvo Montalbano. Pero no será, previsiblemente, el único acto de la semana dedicada a la narrativa negrocriminal en el que se podrá hablar de fans.

Si ayer quedó público en la calle y se estuvo a punto de repetir la sesión, asusta pensar qué puede suceder el jueves con la entrega del premio Carvalho a Camilleri, en su primera visita a Barcelona desde el 2001, o el viernes en el encuentro con sus lectores en la sala Barts del Paral·lel.

VERSIÓN REDUCIDA / Sis personatges en cerca de Camilleri es, de momento, una lectura dramatizada de casi una hora, ideada al socaire de los Seis personajes en busca de autor de Pirandello, paisano de Camilleri, al que este dedicó una biografía y de quien montó varias obras en el departamento de dramáticos de la RAI, su actividad principal hasta que a los 69 años decidió inventar al comisario  Salvo Montalbano en lugar de jugar a la petanca. Pero esa es solo la mitad de la duración del montaje íntegro, dirigido por Elisenda Roca y que busca sala en Barcelona.

Vidal, siguiendo, dice «las últimas tendencias en la traducción camilleriana», crea un dialecto imaginario del catalán, coloquial pero no identificable con ninguno de los realmente existentes (lleno de allavorens, recados, xatos, hai, menester, sinyó) , para sustituir el siciliano de personajes como Catarella y Adelina. Lo ha hecho con éxito por escrito y por primera vez se enfrenta al reto de hacerlo sonar: de momento, confiesa, aún suena demasiado a valenciano. Eso sí, el caos mental y lingüístico del limitado Catarè funciona, y es lo más aplaudido del montaje.

En la pieza de Pau Vidal, seis de los personajes de las novelas de Montalbano, Monia Presta (la tentadora Ingrid), Rosa Vila (una tremenda  Livia), Manuel Veiga (Fazio), Jordi Llordella (Mimí Augello), Jordi Vidal (un divertidísimo Catarella) y Francesca Piñón (la cocinera Adelina) organizan una cena y dan rienda suelta a los celos mientras un atrapado Salvo Montalbano, que entra en escena con un «¡Osti quina gana, tu!», busca, con la colaboración de sus ayudantes a un anciano desaparecido, de más de 80 años, fumador, alto, calvo, con gafas y nariz ganchuda. Lo tienen fácil: pasado mañana llega a Barcelona.