JUDO. MEDALLA DE ORO EN LA CATEGORÍA DE 52 KILOS

Una dorada sorpresa

La judoca valenciana no contaba entre las favoritas para acceder al podio

Almudena Muñoz.La judoca valenciana comenzó nerviosa, pero consiguió el oro después de ganar cinco combates.

Almudena Muñoz.La judoca valenciana comenzó nerviosa, pero consiguió el oro después de ganar cinco combates. / periodico

CARLOS F. MARCOTE / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tardó varios minutos en reaccionar. No pudo siquiera hacer un repaso mental de lo que había conseguido. Había sido la gran tarde de su vida pero no era capaz de hacerse a la idea. Era campeona olímpica. Acudió a cumplimentar al Rey y segundos después no era capaz de recordar las sencillas palabras de felicitación que el Monarca había pronunciado. Almudena Muñoz no bajó de la nube hasta que, ya con la medalla de oro colgada del cuello, sus compañeros y amigos la raptaron y en la misma grada la levantaron una y otra vez hacia el techo del Palau Blaugrana, un escenario que, como Miriam, nunca olvidará.

Atrás había dejado los malos momentos que le hicieron pensar incluso en el abandono de la competición. Una rotura de ligamentos cruzados y menisco a finales de 1989 la tuvieron tres meses con muletas y un año entero sin competir. Su sueño de estar en Barcelona estuvo a punto de derrumbarse e incluso llegó a pensar que nunca más podría andar con normalidad. No se resignó y su durísimo trabajo de recuperación acabó el pasado día 1 de agosto en la segunda medalla de oro del judo español.

El puesto de trabajo al que se tenía que haber incorporado el pasado jueves, en una empresa de administración de la Caja de Ahorros de Valencia, ha quedado momentáneamente aparcado, a pesar de que piensa que un deportista, aunque esté inmerso en la alta competición, no puede estar sólo en el deporte. Tiene que hacer algo más. Su vida ha cambiado. Comenzó a hacer judo como medio para obtener el equilibrio emocional que buscaba y el judo ha acabado dándole todo lo que un deportista puede pedir.

A estas horas todavía sigue agradeciendo a diestro y siniestro todos los apoyos recibidos de familiares, compañeros y amigos. Para Miriam Blasco, que le aconsejó, únicamente tiene palabras de admiración. Como ella, piensa estar en Atlanta-96. Para entonces tendrá 27 años, una edad ideal para poder aspirar a repetir el éxito conseguido en Barcelona.