"Sin trabajo, la desigualdad irá a más"

Rosario, pescadera en Trinitat Nova, explica que los jóvenes no tienen futuro en el barrio

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C. M. D. / T. S. - BARCELONA

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Rosario Padilla regenta una pescadería en el mercado de Trinitat Nova. Heredó la parada de su madre, a la que empezó a ayudar a los 11 años, "cuando los menores ya podían trabajar". Son las seis de la tarde y ya no se respira la algarabía de las mañanas. Este es, quizás, el equipamiento con más ambiente del barrio más pobre de Barcelona. Un hombre le pide sardinas. "Ya es mala suerte, tengo de todo menos eso". Es una mujer de 50 años, simpática, como es menester en este negocio en el que el 50% lo pone el producto, y el otro 50%, la sonrisa y la confianza de quien vende el pescado. Tiene dos hijos, de 17 y 13 años, y está muy preocupada por su futuro. Es ella la que saca el tema, sin preguntarle, porque no sabe cómo van a ganarse la vida "si no consiguen salir de aquí".

Está convencida de que la desigualdad en Barcelona es un fenómeno sin solución. Y no solo eso: "Estoy segura de que irá a más porque cada vez hay menos trabajo en el barrio, y sin trabajo, aquí no hay nada que hacer". Se acuerda de los vecinos que se metieron en pisos sociales y que con los años, los fueron perdiendo porque no podían pagarlos. "Esto no se soluciona con vivienda porque hay que mantenerla. Si la gente no se gana la vida esto irá a peor". Por no hablar de la crisis del ladrillo, de las "familias que compraron pisos por 50 millones y ahora valen 10 pero ellos siguen debiendo 45 al banco".

MAYORES CUIDADORES Y VICEVERSA

Rosario atiende a mucha gente mayor en su pescadería. Quizás sean sus mejores clientes. por una cuestión demográfica: el barrio envejece. Explica que muchos abuelos están manteniendo con sus pensiones a los hijos, algo que, está convencida, en Pedralbes no sucede. Su hijo de 17 años trabaja con ella los sábados "para ganar algo de dinero". Está estudiando, pero no tiene nada claro su futuro, ni ella sabe cómo orientarle en un barrio tan desolado desde el punto de vista laboral. "Hoy por hoy soy pesimista", admite. Explica Rosario que la alcaldesa Ada Colau está hoy [el pasado viernes] de visita en Trinitat Nova. Al parecer, se ha reunido con los vecinos, a los que habrá expuesto su plan de barrios. Ella solo le pide una cosa: trabajo. 

Por debajo del mercado hay una caseta de la ONCE, tocando a la Via Favència. En su interior, Manoli Bou reparte toda la suerte que puede a los vecinos del barrio más desfavorecido de Barcelona. Está justo en la salida del CAP, y eso le viene bien. "Esto siempre ha sido así: un barrio muy marginado", resume. Explica que tiene muchos clientes mayores que comparten con ella el deseo de poder ayudar a los hijos, de poder pagar las hipotecas que les tienen ahogados por los bancos. 

No espera que la desigualdad desaparezca porque, dice, sería como esperar que los pobres y los ricos desaparezcan, y eso, asegura, es algo que no va a pasar nunca. "No estaremos más cerca el uno del otro. Lo único que sí podemos hacer es dejar de compararnos".