"La adversidad ha unido a Ciutat Meridiana"

"A los vecinos de Pedralbes les recomendaría menos 'lifting' en el cuerpo y más en el corazón", dice Ignasi de la Fuente, vecino del barrio más pobre de Barcelona

Habituales del bar El Jardí de Ciutat Meridiana, con el futbolín tuneado en el que los jugadores son músicos heavies.

Habituales del bar El Jardí de Ciutat Meridiana, con el futbolín tuneado en el que los jugadores son músicos heavies.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Ignasi de la Fuente ha visitado varias veces Pedralbes, el barrio más rico de la ciudad según el último informe de la renta familiar. Siempre por su profesión de electricista, y con una extraña sensación de tener mil ojos en el cogote. “Es complicado trabajar allí, la gente no se fía de nadie y siempre tienes que esperar a que te abra el presidente de la comunidad”. Vive en Ciutat Meridiana aunque nació en Torre Baró, y nada envidia del barrio más rico de Barcelona. Ni de este ni de ningún otro: “Estoy muy bien aquí, no lo cambio por nada”.

Defiende su vecindario pero no está ciego. Admite que el poder adquisitivo de la familia (tanto él como su mujer, padres de dos hijos, tienen empleo estable) le permitiría marcharse de Ciutat Meridiana "como han hecho muchos”, pero no es algo que se haya planteado a pesar de que el ayuntamiento “haya permitido que esto se vaya degradando”. “Interesa que este barrio esté así, que venga según qué gente a vivir”. Su orgullo no casa con la descripción que hace de la zona. “Esto es el culo de Barcelona, un agujero”. Pero tiene algo que, sostiene, nunca tendrán los vecinos de Pedralbes.

UNIDOS EN LA ADVERSIDAD

Los problemas, la pobreza, la degradación y la necesidad han hecho de Ciutat Meridiana, cuenta De la Fuente, un pequeño puño de solidaridad social. “Estamos mucho más unidos que cualquier otro barrio porque la adversidad nos ha hecho fuertes. También los niños, al haber crecido en un lugar hostil, se han fortalecido”. Asegura que apenas ha notado el cambio de gobierno en el consistorio. Como mucho en los desalojos de vecinos que no pueden mantener su vivienda. Ya no hay tantos como antes, cuando el barrio era conocido como Villa Desahucio. Insiste en el interés político por mantener degradada esta zona “para que venga la gente sin recursos”. “En la entrada de Torre Baró se cargaron un bosque precioso para construir pisos sociales que ocupó gente de la Mina. Eso sería imposible en Pedralbes”.

No tiene nada contra los ricos. Ni tampoco les debe nada. Si un vecino de Les Corts se viniera a Nou Barris, le recomendaría “menos 'liftings' en el cuerpo y más en el corazón”. “Parecen menos humanos, no juegan en la calle, no se relacionan entre ellos. El bienestar les separa y les hace más individualistas”.