Una treintena de entidades convocan una ocupación de la Rambla el 28 de enero

La manifestación clamará contra la masificación turística, los precios de la vivienda y la privatización de espacios públicos

RAMBLES

RAMBLES / periodico

EL PERIÓDICO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una treintena de asociaciones de Barcelona han acordado sumar sus fuerzas para celebrar de forma conjunta el próximo sábado 28 de enero una 'ocupación popular de la Rambla', probablemente la calle que mejor simboliza el ceda el paso que los barceloneses han practicado en favor de la turistificación de la ciudad. No es la primera protesta en pos de una reconquista de la Rambla como espacio público. Los vecinos del Gòtic han llevado a cabo ya varias acciones con ese propósito. La novedad esta vez es que en los últimos meses ha terminado por tejerse una alianza entre plataformas inicialmente inconexas que se darán cita en Canaletes el último sábado de enero, a las 12 y media del mediodía, para recorrer la Rambla de arriba a abajo y así dar a conocer mejor las distintas protestas en marcha en la ciudad.

La convocatoria no es solo una manifestación contra la mercantilización del espacio público. Hay asociaciones vecinales de distintos puntos de la ciudad, con quejas distintas en cada caso, que irán de la mano de plataformas que protestan por el alza en los precios de la vivienda en que de nuevo se haya inmersa Barcelona.

PROCESO DE GENTRIFICACIÓN

Las asociaciones convocantes, bajo el nombre genérico de #OcupemLesRambles, sostienen que hay un nexo común entre la burbuja inmobiliaria, la precariedad laboral, el descontrol de la gestión turística y la mercantilización del espacio público. Con mayoría de asociaciones y plataformas vecinales, pero también de entidades como la PAH o el incipiente 'sindicat de llogaters', la manifestación del 28 de enero se celebrará tras la firma de un manifiesto consensuado entre todas las partes en el que se denuncia que el proceso de gentrificación se está agravando de forma acelerada en algunos barrios de la ciudad con la complicidad del "capital financiero y de las élites políticas de Madrid y Catalunya".

Las entidades lamentan que en lugar de un volumen de turismo aceptable y respetuoso con la convivencia vecinal se haya apostado por un modelo masificado, promovido por los grandes operadores turísticos. Una de las consecuencias de esta tendencia es la prácticamente absoluta inexistencia de vivienda digna y asequible en la ciudad y la precarización del mercado laboral.