La preocupación por la gestión política municipal se dispara con Colau

Gerardo Pisarello sabe esquivar bien los asuntos espinosos. Quizás sea por sus tablas como profesor de Derecho Constitucional. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona ha valorado esta mañana con suma cautela el barómetro municipal semestral, en el que, a grandes rasgos, Barcelona en Comú sigue ganando con holgura las elecciones, la ciudad va mejorando, pero ojo con el paro; la gestión política municipal preocupa más que nunca, asoma por primera vez la inquietud por los manteros y, ojo al dato, la alcaldesa Ada Colau se sitúa en valoración por debajo de su predecesor en el cargo y jefe de la oposición, Xavier Trias.

El gobierno municipal del cambio y la nueva política no lo ha sido tanto a la hora de desgranar el resultado de estas 800 encuestas realizadas antes del inicio de la campaña electoral de las generales del 20 de diciembre. Pisarello ha instado a leer el barómetro bajo el prisma del "ciclo electoral muy intenso y convulso” por el que atraviesa el país. “Se está gobernando la ciudad con aceptación importante por parte de la ciudadanía”, ha explicado, antes de ceder una cierta “preocupación de la población por el escenario de inestabilidad política”.

OJO CON LA LIMPIEZA

Esto se traduce en un inquietante aumento del número de encuestados que señalan la gestión política municipal, un 5,3% del total, como principal problema de la ciudad (se sitúa en cuarta posición), cuando en la serie histórica desde el 2011, este dato apenas había superado el 2%. Ayuda a ello el gobierno más frágil de la historia de la democracia en la capital catalana, con 11 de 41 concejales, lo que está obligando al equipo de Ada Colau a un constante encaje de bolillos para poder sacar adelante su programa electoral. En la pregunta concreta sobre la valoración de la gestión del consistorio, los que la consideran buena o muy buena han bajado en seis meses del 52% al 43,3%, y los que la tachan de mala o muy mala han subido del 21,9% al 25,5%.

En el apartado de problemas también despuntan la limpieza, que pasa del 1,6% en junio al actual 5,6% o la contaminación, que escala del 0,9% al 2,9%. También sube la inseguridad, del 3,4% al 4,3%.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"La desigualdad preocupa","text":"Todos los bar\u00f3metros suelen incluir unas preguntas de actualidad. En esta ocasi\u00f3n, el gobierno ha querido consultar a la ciudadan\u00eda sobre las desigualdades econ\u00f3micas entre los barrios de Barcelona, una de las prioridades de Barcelona en Com\u00fa. Casi el 80% de los entrevistados considera que la brecha monetaria en la capital catalana es alta o muy alta, y el 78,3% cree que la sociedad no da las mismas oportunidades a todo el mundo, por un 13,5% que opina que las personas tienen distintas capacidades. Del mismo modo, el 87,4% apoya la idea de que las administraciones act\u00faen para contrarrestar las desigualdades econ\u00f3micas entre ciudadanos. Por el contrario, un 43,6 se muestra de acuerdo con la idea de que la existencia de un cierto nivel de desigualdad monetaria es normal."}}

Por contra, baja el porcentaje de los que señalan el paro como principal escollo de Barcelona (sigue en primer lugar pero decae del 31,9% al 24%) o el turismo (del 5,3% al 3,8%). Aparece por primera vez el fenómeno de la venta ambulante y los manteros, con un tímido pero significativo 1,3%. Pisarello ha lanzado balones fuera y se ha limitado a repetir la tesis del gobierno sobre este asunto: esto no se arregla por la vía policial y es un sector de la población vulnerable y un síntoma de la desigualdad en Barcelona. Tanto CiU como el PP, una vez conocido el barómetro, han expresado su intranquilidad ante la irrupción de este dato.

HOMENAJE AL EXALCALDE

Xavier Trias arrebata a Colau el primer puesto en la clasificación de valoración de líderes municipales. Consigue un 5,4, empatando con su propia nota más alta, conseguida en septiembre del 2011, pocos meses después de que CiU desalojara al socialista Jordi Hereu de la alcaldía. Colau pasa del 5,8 al 5,2 y pierde así el primer puesto. A pesar de no ser habitual que el jefe de la oposición esté por delante del alcalde de turno, Pisarello ha evitado ahondar en las causas, aunque ha admitido que la ciudadanía brinda “un cierto reconocimiento a Trias”, algo que, ha apostillado, es habitual que suceda con los exalcaldes. Una manera elegante de identificarle con el pasado.

En tercera posición se sitúa Alfred Bosch (ERC), que aprueba raspado con un 5,1. Le siguen Jaume Collboni (PSC), con un 4,8; María José Lecha (CUP), un 4,5; Carina Mejías (Ciutadans), con un 3,6, y Alberto Fernández Díaz (PP), que cierra la lista con un 3,1, su nota más alta en año y medio. 

PUNTAL DE EN COMÚ PODEM

Sobre el papel de Colau en la política, el primer teniente de alcalde se ha referido a los resultados conseguidos por En Comú Podem el pasado 20D, una victoria en Catalunya que, a su parecer, mucho tiene que ver con el rol de la exportavoz de la PAH durante los 15 días de campaña. "La alcaldesa cerraba simbólicamente una lista electoral y los resultados fueron los que fueron". 

Pero no solo eso. Pisarello ha invitado a analizar la intención de voto, donde queda claro que Barcelona en Comú sigue siendo la fuerza más nombrada (pasa del 15,2% al 15,6%), mientras que CiU recula hasta la tercera posición con el 9% (tenía un 13,7%) tras el 'sorpasso' de Esquerra, que sube del 6,6% al 10,6%. Ciutadans pisa los talones de Trias, con un 8,8%, seguido del PSC (6,3%), la CUP (3%) y el PP (2,6%).

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Entre la maraña de datos, llama la atención el porcentaje de barceloneses que consideran que Barcelona ha mejorado. En junio eran el 42%, y en diciembre, el 24,8%. Un misterioso abismo numérico que el gobierno solo se explica por el hecho que la encuesta de junio pasado se hizo "a pocas semanas de las elecciones municipales". 

REACCIONES

Cerrada la presentación del barómetro, la oposición ha dado la réplica a la visión del gobierno. Por parte de CiU, Joaquim Forn ha celebrado que Trias sea el líder mejor valorado: "Es un dato que reafirma su liderazgo, y es un reconocimiento a su labor y la de su equipo durante cuatro años". Sobre la gestión municipal, el exprimer teniente de alcalde ha señalado que la inquietud de los barceloneses "es un reflejo de lo que ven cada día". "Esta encuesta es un toque de atención a un gobierno que no habla, no dialoga y no consensúa". Por parte del PSC, Jaume Collboni ha instado al equipo de Colau a "reflexionar", dado que la dificultad de alcanzar acuerdos "llega a la ciudadanía", y eso se refleja en el barómetro a la hora de puntuar la gestión del ayuntamiento. 

Àngeles Esteller (PP) ha sido contundente al afirmar que la población "percibe que Colau es un problema y todo lo que depende de ella se valora negativamente". El concejal Jordi Coronas (ERC) ha celebrado que por primera vez "un partido de izquierdas sea alternativa a otro partido de izquierdas", y ha puesto en valor la nota que los barceloneses dan a Alfred Bosch.