TÍMIDO PASO ADELANTE EN UNA TRANSFORMACIÓN URBANÍSITICA PENDIENTE

Trias empieza la 'toma' de la Modelo sin un plan definido

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Buscaban la fotografía del compromiso cumplido y la tuvieron. Pese a lo semivacacional de la fecha, nadie quiso perdérsela. Por parte del ayuntamiento, el alcalde, Xavier Trias, el concejal de Hábitat Urbano, Antoni Vives, y el del distrito del Eixample, Gerard Ardanuy; y por la Generalitat, el conseller . Todos ellos con su simbólico casco frente a la no menos simbólica máquina donde un operario -uno- iniciaba el derribo de una pared -en realidad un trozo de ella- de lo que hasta hace nada era el centro abierto de la cárcel Modelo. Acto simbólico ya que solo se derribará una estancia de la Modelo, es decir 1.215 metros cuadrados de los 28.750 totales, pero un paso al fin y al cabo. "Todos nos tildan de electoralistas, pero la realidad es que los que hemos empezado a derribar la Modelo hemos sido nosotros", intentaba zanjar la polémica Trias.

El derribo de la construcción en la confluencia entre las calles de Entença y de Rosselló -perteneciente a la cárcel, pero no una de las famosas alas del emblemático panóptico- ha sido posible tras el acuerdo firmado el pasado otoño entre el president Mas y el alcalde Trias.president  El protocolo prevé el cierre definitivo de la cárcel durante el primer semestre del 2017. La Generalitat cedía al ayuntamiento los terrenos de la Modelo, y este se ofrecía a pagar los 24 millones de la construcción de la futura cárcel de la Zona Franca que la sustituirá, una cárcel que debería estar construida antes de finalizar diciembre del 2016 -pese a que aún no se ha iniciado la obra- para facilitar el traslado de la modelo en el 2017.

'Suavizar' los muros

El objetivo del municipio es que los 1.215 metros que queden libres con este primer derribo se conviertan este otoño y de forma provisional, hasta que se decida el futuro de todo el equipamiento, en un parque en el que se suavizarán los muros y pavimentos duros y se ofrecerá "un lugar de encuentro ciudadano" con vegetación, bancos y jardineras. También en un claro guiño a la reivindicación vecinal, uno de los muros del parque se cubrirá con fotografías de los más de cien años de historia de la cárcel.

Más allá de los 1.125 metros de la esquina de Rosselló con Entença y del parque provisional, en el que el municipio invertirá 370.500 euros, el futuro de la Modelo una vez se haga efectivo el traslado es aún incierto. El alcalde se comprometió ayer ante los medios a abrir un nuevo proceso participativo para pactar con el vecindario todos los equipamientos que deberán sustituir a la vieja cárcel partiendo del acuerdo alcanzado en el 2009 entre el anterior alcalde y el barrio, que incluye una escuela, una guardería, una residencia asistida con centro de día para mayores, un casal.

Fecha polémica

Trabajadores penitenciarios se manifestaron el viernes frente al pleno del ayuntamiento para mostrar su rechazo al cierre del centro abierto de la prisión que creen una decisión «electoralista» del alcalde Trias, porque aseguran que actualmente no existe otro centro penitenciario que esté en condiciones de sustituir a la Modelo y de hacerse cargo de los presos que alberga actualmente. El colectivo reivindica que el derribo del centro abierto iniciado ayer no debía realizarse hasta que esté listo el proyectado en la Zona Franca, en este caso a cargo de la Generalitat y aún sin fecha. "Nuestra voluntad es que las obras empiecen antes de terminar el año", fue la máxima concreción arrancada a Gordó. Hasta el momento, los presos en régimen abierto se han traslado a los centros de la Trinitat Vella y de Wad-Ras -prisión de mujeres, pero con un centro abierto masculino-, y a otro módulo de la Modelo. Tres espacios que cerrarán cuando estén listos los dos futuros centros de la Zona Franca.

Gordó defendió que "los funcionarios de la Modelo serán todos reubicados en los nuevos centros". Estos lo harán en las dos citadas nuevas cárceles. El centro para internos en régimen abierto que financiará el ayuntamiento, con 800 plazas, y el nuevo centro de preventivos de Barcelona que pagará la Generalitat, con capacidad para 600 reclusos, también hombres y también en la Zona Franca.