Paso adelante en un proyecto enquistado

Tres millones para sacar del abandono los Tres Turons

Un grupo de turistas toman fotos de las vistas desde el Turó de la Rovira, el jueves pasado.

Un grupo de turistas toman fotos de las vistas desde el Turó de la Rovira, el jueves pasado.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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La vieja petición de cosas aparentemente tan básicas como más limpieza, seguridad y una mejor comunicación en los Tres Turons -lugar históricamente afectado por un macroplan urbanístico que debía convertir el lugar en un gran corredor verde, proyecto que jamás ha acabado de arrancar- parece estar algo más cerca, al menos en parte. Después de una primera actuación en la cima del Turó de la Rovira para recuperar la batería antiaérea y la memoria de las barracas del barrio de los Cañones durante los años 2010 y 2011, el Ayuntamiento de Barcelona tiene dos nuevos proyectos en tramitación en la zona. En primer lugar, la reurbanización de la balconada de Barcelona,  con un presupuesto de casi un millón y medio de euros, y por otro lado, más adelante, la mejora de los accesos a la batería antiaérea del Turó de la Rovira, con un presupuesto de 1.800.000 euros.

La voluntad del municipio es iniciar las primeras actuaciones, las de la balconada, antes del verano. La actuación supondrá la tantas veces demandada reurbanización del entorno de las baterías y al mismo tiempo la mejora de los accesos desde los distintos frentes del Turó, creando los recorridos internos que enlazarán con esos accesos, resolviendo el tratamiento del paisaje y la vegetación del entorno. La actuación conllevará la reivindicada limpieza y adecuación del entorno -actualmente bastante descuidado-, la mejora de la accesibilidad y el tratamiento de los pavimentos y el alumbrado, hoy por hoy más que deficientes. También se prevé crear nuevos recorridos que complementen el existente -por la vertiente norte- señalizado los accesos e instalando elementos de mobiliario urbano, ahora los grandes ausentes, tales como papeleras, bancos y paneles informativos. Otra de las actuaciones en esa primera fase será la rehabilitación de los caminos y escaleras existentes en la calle de Mühlberg, manteniendo su trazado actual e incorporando barandas.

Al margen de obedecer a las demandas ciudadanas de la dignificación de ese olvidado trozo de la ciudad, estas mejoras quieren situar el Turó de la Rovira en un lugar turístico clave dentro del nuevo «itinerario estratégico» entre el parque Güell y el recinto de Sant Pau. «La parada en este punto representa una posible pausa en un itinerario entre ambos puntos, que podría resultar demasiado largo hecho del tirón», apuntan fuentes municipales. Así, este paso adelante en  el macroproyecto de los Tres Turons se enmarca en el plan turístico de Horta-Guinardó, lanzado a principios del presente mandato y dentro del plan estratégico de ciudad que pretende que los flujos de turistas liberen las zonas más congestionadas y se dispersen hacia espacios poco explotados.

PLATAFORMA ÚNICA / La segunda actuación, que será más adelante, consistirá en mejorar los accesos por las calles de Labèrnia y Marià Labèrnia, una zona especialmente degradada, en la que no se ha hecho ninguna actuación en años. Se reorganizará el aparcamiento -bajando las 44 plazas a Labèrnia- y dejando libre Marià Labèrnia, que pasará a ser plataforma única con prioridad para peatones, convirtiendo la ahora maltrecha calle en un paseo que dé acceso a la cima del Turó. Como mejora para el barrio, al margen de para el turismo, esta actuación prevé que el bus de barrio pueda pasar por Marià Labèrnia y se mejorarán los ahora precarios servicios de alumbrado y alcantarillado.