'Són 100 milions'

El plan estratégico para diseñar la nueva Rambla del siglo XXI ya tiene un dato clave que sustenta la idea de reorganizar todo su trazado central: ha alcanzado la espectacular cota de cien millones (aproximadamente) de paseantes anuales, muy por encima de los 78 establecidos en un anterior recuento. El incremento, avivado por la apoteosis turística de los últimos años, cuadra con la percepción de saturación que se vive en muchos tramos-embudo del paseo y con los pasos dados hasta ahora por el municipio para tratar de despejarla, como informó ayer este diario.

La elaboración del plan ha hecho necesario un análisis de los flujos de personas y vehículos en la zona, no solo para conocer su evolución, sino también para analizar las rutas que siguen desde el eje más concurrido de Ciutat Vella.

Tanto el ayuntamiento como los comerciantes han tratado de acercarse a la realidad objetivable de la Rambla. En el caso municipal, entre los días 28 de enero y 2 de febrero se instalaron más de medio centenar de cámaras en las farolas (no las históricas) del vial, con el objetivo de grabar el torrente humano y de vehículos de forma permanente. Los datos recopilados aún se están analizando, pero la concejala Mercè Homs ha avanzado que el volumen de paseantes (algunos, como sucede en este tipo de recuentos, pueden repetirse en función de las veces que una persona pase por la zona) ha crecido hasta rondar los cien millones anuales.

La cifra queda algo por encima de la que ha establecido en paralelo la Asociación Amics de la Rambla, en torno a los 90, con otro sistema de cálculo menos afinado. Unos y otros coinciden en que lejos de tocar techo, el paseo más conocido mundialmente de la ciudad sigue ganando adeptos. Los últimos cómputos se han hecho en temporada baja, pero incluso en pleno febrero el trasiego supera los 200.000 movimientos de viandantes en día laborable, mientras que en festivo quedan por encima de los 300.000, según ha podido saber este diario.

El estudio municipal tratará de establecer también las rutas más transitadas y los puntos visitados por los paseantes. Según fuentes de la mesa participativa que trabaja en la futura Rambla, el objetivo es incentivar puntos de interés poco concurridos para generar flujos de visitantes en zonas sin saturar, mientras se alivian otras ya colapsadas. El presidente de Amics de la Rambla, Joan Oliveras, insiste en la necesidad de mantener los «atractivos y singularidades» que han hecho única la calle, porque si se tolera el monocultivo turístico  «perderá el interés para el visitante».

RECONQUISTA / El público, según un anterior informe cualitativo de la zona, estaba integrado en un 58% por extranjeros, en un 21% por barceloneses, en un 11% por el resto de Catalunya, y en un 10% por el resto de España. Y precisamente, la reordenación del espacio (reubicando terrazas de bares sin que se estas se incrementen, con menos estatuas humanas, recolocando a los pintores y eliminando  los chiringuitos que sustituyeron a los puestos de animales) persigue un paseo más amable y menos de parque temático que lo reconcilie con los barceloneses.

El último colectivo en discordia, los pintores, se reunieron ayer con la Homs para negociar cambios en su nueva normativa. Esta debía aplicarse desde este primer trimestre de año, pero ante las discrepancias, la edila consintió ayer en retrasar la nueva regulación hasta septiembre, de modo que no afecte a la temporada alta que comienza. Los afectados lo celebran, pero insisten en que la norma perjudicará a su labor.