El renacer de una joya modernista

El recinto modernista de Sant Pau limitará el acceso turístico

Un operario limpia los cristales de la entrada principal del recinto modernista de Sant Pau, ayer.

Un operario limpia los cristales de la entrada principal del recinto modernista de Sant Pau, ayer.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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El recinto modernista de Sant Pau emprende la próxima semana sus primeros pasos como un nuevo enclave de atracción turística, pero limitando el número de visitantes anuales a 120.000, cifra notablemente inferior a los más de tres millones que pagan entrada para acceder a la Sagrada Família.

El reto es que las visitas diarias a la gran obra de Lluís Domènech i Montaner no afecten a la actividad de los pabellones destinados a la investigación y a la innovación ya que en estos momentos albergan a siete organismos con proyección internacional. Ya tienen su sede en el recinto la Universidad de Naciones Unidas, la Red Global de Universidades para la Innovación Global, Casa Àsia, la Red Mundial de Operadores del Agua, la Organización Mundial de la Salud, el Instituto Forestal Europeo y el Programa de Ciudades Resilientes de la ONU-Hábitat, pero se espera que todavía se establezcan cinco o seis organismos más en los cuatro pabellones que falta por rehabilitar. «Sería la cifra ideal», aseguró ayer Jordi Baiget, secretario del Govern y gestor y portavoz de la Molt Il·lustre Administració (MIA) de l'Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Según él, el martes 25 comienza una etapa que tiene como fin «la máxima propulsión de Barcelona con la apertura al público de un recinto que engrandece la oferta de la ruta modernista».

AVENIDA GAUDÍ / En esa nueva etapa la avenida de Gaudí cobra vida comercial y importancia estratégica, ya que enlaza el antiguo hospital con la Sagrada Família. La arteria ya está repleta de tiendas de souvenirs y bares de reclamo turístico a la espera del incremento de paseantes. El ayuntamiento tiene previsto mejorar un poco su aspecto. Cambiará las baldosas rotas y ordenará las terrazas para dar al conjunto cierta coherencia. «El objetivo es garantizar que como mínimo quede el 50% de espacio libre para los transeúntes, como manda la nueva normativa», explicó un portavoz municipal a este diario. Y anunció que el ayuntamiento tiene previsto sacar a concurso el espacio en caso de que haya muchos restauradores que quieran instalar más mesas y sillas en el paseo peatonal.

Este lunes se celebrará la inauguración oficial con la rehabilitación arquitectónica terminada de seis de los 12 pabellones. Asistirán Artur Mas, presidente de la Generalitat; Ana Pastor, ministra de Fomento; Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea, Xavier Trias, alcalde de Barcelona, y el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo de la capital catalana.

ENTRADAS A 8 EUROS /A partir del martes hasta el 16 de marzo se convocan jornadas de puertas abiertas en las que se esperan largas colas por lo que durante estas primeras semanas no se restringirá el acceso. Después la entrada será de pago (8 euros y 14 si es guiada) y el número de visitantes, más controlado. Habrá descuentos para jubilados, discapacitados, estudiantes y parados, y facilidades para los vecinos como el carnet de 5 euros anuales de acceso ilimitado. «Nadie que quiera ver el recinto y no pueda permitírselo se quedará fuera. Hemos programado 7 jornadas anuales de acceso gratuito con motivo de fechas señaladas como Sant Jordi, Santa Eulàlia o la Mercè», informó Baiget.

El presupuesto de las obras alcanza los 107 millones de euros. Hasta hoy se han gastado 72, que han ido a cargo de MIA, el patronato que gestiona el recinto; la Generalitat, los ministerios de Fomento y Cultura, fondos estatales y comunitarios, el ayuntamiento y la Diputación de Barcelona. Baiget declaró que MIA no pretende hacer negocio con la apertura. «Los ingresos de las entradas servirán únicamente para cubrir los gastos de mantenimiento».