CIUTAT VELLA

La Rambla del Raval eliminará obstáculos para generar más vida de barrio

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Carlos Márquez Daniel

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Cuando el distrito terminó el proceso participativo, se dio cuenta de que una de las cosas más demandadas por los vecinos era la necesidad de eliminar barreras visuales. Dicho y hecho. La Rambla del Raval, que este año cumple la mayoría de edad, inicia el próximo otoño una reforma suave, más de reordenación que puramente urbanística, destinada a retirar puntos ciegos, escondites y lugares incómodos. En resumen: retirada de los palmitos (palmeras de media altura) y que el entorno sea más de los vecinos.

El precio de la obra, un millón de euros, permite intuir que no estamos ante una transformación de gran calado. La concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, ha presentado este viernes el proyecto desde la misma arteria, y parece que de lo que se trata es de adaptarla a nuevos usos y de corregir decisiones que no tuvieron en cuenta la particularidad del lugar. El ayuntamiento habla de "nueva centralidad de la Rambla del Raval" para referirse al tramo que coincide con la plaza de Vázquez Montalbán, en el que la vía abandonará la configuración de acera, calle y paseo central para convertirse en plataforma única que, eso sí, mantendrá la circulación de vehículos y bicis. Hasta este punto también está previsto trasladar, por cuarta vez desde que llegó a Barcelona en 1987, el archifamoso Gato de Botero, que ahora queda por debajo de la futura zona noble. 

"Máximo rendimiento"

Pin ha empezado recordando que el distrito dispone de escaso espacio público, y que se impone aprovecharlo bien "y sacarle el máximo rendimiento". Esto último, es un suponer, es lo que ahora no sucede con la Rambla del Raval y por eso se apuesta por renovarla. ¿Cómo se hará? Pues, por ejemplo, colocando más zonas de juegos, pero adaptadas a la población y los gustos de Ciutat Vella. Se colocará un pimpón, un futtoc (lo mismo, pero con los pies) y un bádminton. Este último es un deporte muy popular entre los paquistanís, la comunidad predominante en estos barrios. También está previsto instalar, en la zona baja, una área de baile con espejos (de un material que no sea reflectantes por la noche) "para poder hacer coreografías". 

También se cambiarán las sillas individuales por "bancos redondeados" que inviten más a la conversación y se instalará un baño autolavable, una fuente y juegos infantiles. A nivel de movilidad, no se tocarán las plazas de aparcamiento y se eliminará la rotonda superior (la inferior se mantiene). No se actuará sobre la calle, sino que simplemente se colocarán unas jardineras para prohibir el paso de los vehículos. Si todo va según lo previsto, la cinta se cortará en primavera, poquito antes de las elecciones municipales.

En la plaza de Vázquez Montalbán está prevista la instalación de "montañitas de tierra para la plantación de árboles". Se pintarán juegos sobre el firmamento. En la plaza de Salvador Seguí se eliminará el vallado del parque infantil y se creará una área lúdica de nueva configuración (0-12 años), a base de cambios de nivel generados con caucho. En ambos espacios se incluirá nuevo mobiliario urbano. Todo, con ese objetivo de que este rincón del Raval sea más habitable y menos evitable. 

Pleno monográfico sobre Ciutat Vella

La presentación de este proyecto, que no se empezará hasta después de verano, llega a pocos días de que el pleno del <strong>Ayuntamiento</strong> de Barcelona celebre una <strong>sesión extraordinaria</strong> monográfica sobre <strong>Ciutat Vella</strong>. A propuesta del <strong>PSC</strong>, todos los grupos municipales, a excepción de la CUP, respaldaron a principios de semana la celebración de este debate. Según <strong>Jaume Collboni</strong>, líder de los socialistas en la capital catalana, la situación por la que atraviesa el distrito "es una auténtica <strong>crisis de ciudad</strong>". En su repaso de males, citó asuntos como los <strong>narcopisos</strong>, la falta de vivienda social, la "<strong>explotación sexual</strong>", la inseguridad y las ocupaciones. <strong>Barcelona en Comú</strong> todavía se lame las heridas del pleno del mes de marzo en el que la oposición tumbó dos de los proyectos estrella de Ada Colau: el <strong>tranvía por la Diagonal</strong> y la <strong>multiconsulta</strong>. Quizás se le venga otro mazazo.